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ABUSOS SEXUALES

El Papa, ‘conmocionado’ ante los escándalos de sacerdotes pederastas

Por Elena R. BenitoTiempo de lectura1 min
Sociedad22-03-2002

Los numerosos casos de pederastia que han salpicado en las últimas semanas a sacerdotes católicos estadounidenses han sumido en una crisis a la Iglesia. Además del gasto económico que suponen las indemnizaciones a las víctimas (924,85 millones de euros), la situación ha provocado un clima de desconfianza entre los feligreses.

El detonante de las revelaciones sobre los curas pederastas fueron los documentos publicados por The Boston Globe, que muestran cómo el cardenal de Boston, Bernard Law, y otras altas esferas eclesiásticas permitieron que los abusadores volvieran al ministerio público, tras cortas estancias en centros de rehabilitación. Según los testimonios, la Iglesia católica firmaba contratos con las víctimas de los abusos, en los que se compraba su silencio. Estas acusaciones han desatado la indignación y la desconfianza de los feligreses, que exige responsabilidades. Tras semanas de un criticado mutismo, el Papa Juan Pablo II, en su carta del Jueves Santo a los sacerdotes se declara "profundamente conmocionado" por los escándalos causados por "algunos hermanos" y ofrece su solidaridad a las víctimas. Algunas de estas víctimas han hecho públicas sus experiencias, lo que lleva a la opinión pública a preguntarse por las causas de estas perversiones en el seno de una institución como la Iglesia. El cardenal Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación del Clero, explica la versión de la Iglesia sobre el comportamiento de "algunos sacerdotes”. La culpa sería del "ambiente de pansexualismo y libertinaje sexual que se ha creado en el mundo", mundo en el que inevitablemente viven esos sacerdotes. Las autoridades eclesiásticas intentan evitar que estos casos, calificados de minoritarios, salpiquen al resto de los clérigos que cumplen su misión con virtud. El cardenal Castrillón sale en defensa de la Iglesia presentando un informe del profesor Philip Jenkins, de la Pensilvania State University, según el cual el 0,3 por ciento del clero estadounidense sería pederasta. El clérigo colombiano se pregunta dónde están las estadísticas referidas a otros grupos sociales.