La dimisión de Redondo Terreros marcó una nueva etapa en el PSE
Por Cristóbal Cabezas Martín
2 min
España24-03-2002
La crisis que se venía gestando en el interior del Partido Socialista de Euskadi estalló con el cese de su secretario general, Nicolás Redondo Terreros. Cuatro meses después, Patxi López toma el rumbo de una nave tocada por los últimos atentados terroristas contra cargos socialistas.
La dimisión de Nicolás Redondo Terreros, en diciembre del pasado año, significó el primer punto de inflexión en la crisis del PSE. La autoridad de Redondo, partidario de una línea política dura con el Partido Nacionalista Vasco y más cercana a la del Partido Popular, venía siendo cuestionada después de los mediocres resultados obtenidos por su formación en las elecciones vascas de la pasada primavera. El sector crítico, favorable a un acercamiento de las posturas con el Gobierno nacionalista, ha tenido la oportunidad de que se recojan sus tesis en el Congreso Extraordinario, en el que Patxi López ha sido nombrado nuevo líder de los socialistas vascos. La crisis del PSE se recrudeció a mediados del mes de enero amenazando a la organización nacional. Redondo Terreros, recién dimitido secretario general y partidario de una política próxima al PP en Euskadi, se entrevistó con el presidente del Gobierno, José María Aznar, en la Moncloa a finales del mes de julio. Del encuentro, al que acompañaron a Terreros su padre, Nicolás Redondo, el ex dirigente de la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, no fue informado José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, hasta agosto, pasada ya la reunión. Terreros se defendió con el argumento de que la filtración de la cita era interesada y tenía el propósito de desprestigiarle con vistas a la futura elección del líder del PSE. A primeros del mes de marzo, y a la espera de la elección del nuevo secretario general, los casi 300 cargos electos del Partido Socialista de Euskadi (entre ellos 243 ediles) presentaron un manifiesto en el que exigían a José María Aznar y al PP que no cuestionase la lealtad de su partido al Pacto Antiterrorista, a la Constitución y al Estatuto vasco. Los socialistas vascos más directamente amenazados por la banda terrorista ETA salieron así en defensa de su formación a escasos días del congreso extraordinario que ha otorgado a Patxi López el liderazgo del Partido Socialista de Euskadi.