ITALIA
Berlusconi se enfrenta a una grave crisis política
Por Marta Sanz2 min
Internacional30-07-2010
Silvio Berlusconi ha roto definitivamente con su principal aliado en su Administración, Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de Diputados. Esto deja al primer ministro italiano en una precaria situación política, ya que su gobierno se podría quedar en minoría. En los últimos meses Fini había criticado duramente al gobierno por tráfico de influencias y la llamada “ley mordaza”. Berlusconi le ha calificado de “traidor”, le ha echado de su partido y le ha sugerido que abandone su cargo dentro de la Camara Baja. Según los analistas, esta crisis podría derivar incluso en elecciones anticipadas.
Las tensiones en el PDL han ido aumentando hasta llegar a esta expulsión, a pesar de que Fini, cofundador del Partido, le ofreció al presidente una tregua hace unos días. “Berlusconi y yo no debemos ser ni menos parecer amigos, pero debemos honrar un compromiso político y electoral con los italianos”, afirmaba entonces, y llamaba a Silvio a "resetear todo, sin resentimientos. Sin embargo, esta mano tendida llegó demasiado tarde para los miembros del PDL que en una reunión decidía la exclusión del rival dentro del partido de Berlusconi, que declaraba en el documento de expulsión que Fini no es compatible con su grupo debido a la “oposición constante y sistemática” que presenta y a sus “críticas destructivas”, y señaló que su salida era irremediable. El líder del PDL se mostró tajante al afirmar que Fini y sus seguidores no podían continuar junto a ellos. “Ya no estoy dispuesto a aceptar el disentimiento, un verdadero partido dentro del partido”, declaró. También insinuó que el presidente de la Cámara de los Diputados debía abandonar su cargo al afirmar que había “perdido su confianza” en su papel. Fini reaccionó criticando duramente la forma en que se ha quedado fuera, “en dos horas y sin posibilidad de defenderme, fui expulsado del partido que fundé” declaraba, añadiendo que esto sólo conseguía demostrar que Berlusconi “tiene una idea no liberal de la democracia”. “Obviamente no dimitiré, porque el presidente de la Cámara debe garantizar el Parlamento y no la mayoría que lo ha elegido” aseguró en respuesta a la petición del mandatario italiano. "La invitación a dimitir de la presidencia del Montecitorio (sede de la Cámara Baja) porque ha disminuido la confianza del PDL, demuestra una lógica empresarial, modelo administrador delegado del consejo de administración, que ciertamente no tiene nada que ver con nuestras instituciones", declaró. Para poder crear un grupo nuevo Fini necesitaría diez senadores y veinte parlamentarios en la Cámara. Según medios italianos, 14 senadores y 36 diputados ya le han asegurado su apoyo.