CATALUÑA
Montilla pide a Zapatero que subsane los daños causados a Cataluña

Zapatero y Montilla se apretan las manos antes de la reunión (FOTO: Presidencia del Gobierno)
Por Marta Sanz
3 min
España21-07-2010
El presidente de la Generalitat de Cataluña se reunió este miércoles con Jose Luis Rodríguez Zapatero para analizar la sentencia que el pasado mes de Junio dictó el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de autonomía catalán. El encuentro, que duró algo más de dos horas, tuvo lugar en la Moncloa, y en él José Montilla quería explicarle al presidente de Gobierno hasta qué punto el fallo ha deteriorado la confianza de los catalanes en las instituciones. “Es hora de hacer política”, ha afirmado el líder del PSC, porque, afirmó, este asunto “también es un problema de España”.
Montilla explicó que en una rueda de prensa posterior que una de las principales motivaciones que dieron como resultado este encuentro era analizar el estado de las relaciones actuales entre Cataluña y España. Afirmó que se sentía en la obligación de trasladar al jefe del Ejecutivo las demandas expresadas en la multitudinaria manifestación en contra de la sentencia que tuvo lugar en Barcelona el pasado 10 de Julio, ya que este era un paso indispensable para que las relación entre España y Cataluña puedan prosperar. “He reclamado un cambio de actitud”, declaró el presidente catalán, que repitió varias veces que le exigía a Zapatero “gestos políticos” para “rehacer los afectos” y reparar el “daño moral” que el Tribunal ha infligido a los catalanes. Montilla admitió que estos gestos son difíciles de concretar, pero añadió que deben hacerse “en las próximas semanas y meses”. El líder catalán quiere rehacer pactos, después de que en el pasado Debate sobre el Estado de la Nación fallase la aprobación de un acuerdo de mínimos sobre el Estatuto, tema que ha derivado en una separación entre los propios partidos catalanes, que ya habían votado en un Parlamento Extraordinario otro convenio a este respecto. Montilla quiere que se consiga “recuperar íntegramente” el texto del Estatuto modificado por el Tribunal, ya que estos recortes han ocasionado daños morales graves que afectan a la dignidad de Cataluña. “El riesgo de no entender ni atender las razones de Cataluña no sólo sería un portazo a sus legítimas aspiraciones, sino que sería el fracaso de la España inclusiva y abierta”, aseguró. Tras la comparecencia de José Montilla, tomó la palabra la vicepresidenta primera, encargada de presentar el punto de vista del Gobierno. Maria Teresa Fernández de la Vega comenzó asegurando que el Ejecutivo tiene la intención de “dar satisfacción a los anhelos de autogobierno” de Cataluña, y que están dispuestos a reconstruir los aspectos recortados por la sentencia. De la Vega habló de desarrollar “prácticamente todo el texto”, y para ello ambas administraciones tendrán que reunirse próximamente para buscar acuerdos y “herramientas”. “En las cosas concretas entraremos luego; esto llega al ámbito del autogobierno, y hay mucho margen que nos da el Estatuto y la Constitución”. El resto de partidos políticos catalanes ha apreciado muy poco tanto la reunión como las declaraciones posteriores de sus protagonistas. Artur Mas ha quitado cualquier tipo de valor al encuentro, afirmando que este tipo de actos a pocos meses de las elecciones no sirven para nada. De esta cita, a la que calificó como “brindis al sol”, prevé que acabará “con muy buenas palabras y muchas promesas”, apostillando que las promesas de Zapatero “se las lleva el viento”. Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del Partido Popular Catalán, ha declarado a través de un comunicado que Zapatero y Montilla “hablan pero no se entienden, y protagonizan una escena de matrimonio que no se la cree nadie”. Además, ha pedido a los dos presidentes que “dejen de mentir y de engañar a los catalanes, que dejen de crear nuevos problemas en Cataluña, y ejerzan sus responsabilidades de gobernar”. También ha acusado a Zapatero y a Maria Teresa Fernández de la Vega de ser “políticos que no tienen sentido de Estado”, y que sólo intentan “inventar atajos para llevar el Estatut por vías inconstitucionales”.