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CUMBRE G-20

Estados Unidos fracasa en su intento de establecer impuestos comunes a la banca

Por Javier M. FandiñoTiempo de lectura2 min
Economía27-06-2010

No hay acuerdo. El plan estrella de Barack Obama para la regularización financiera, sacado este viernes “in extremis” del Senado estadounidense, se ha encontrado en la reunión del G-20 con un duro adversario: los países emergentes. La presión de Estados Unidos y de Europa de establecer una regularización “castigadora” a los grandes bancos universales no consiguió convencer a países como Brasil, India o Rusia. Cada uno camina por su lado.

A pesar del apoyo recibido por la mayoría de las potencias europeas, el presidente de EE.UU., Barack Obama, no ha conseguido convencer al resto de mandatarios del G-20 con su paquete de medidas para la regulación financiera que fortalezca el capital y la liquidez mediante una mayor presión y control a la banca. El plan estrella norteamericano, sacado “in extremis” del Senado el pasado viernes, no ha tenido la influencia esperada en la cuarta reunión de líderes de países ricos y emergentes, celebrada, esta vez, en Toronto (Canadá) y se ha encontrado con la oposición de la mayoría de los países emergentes, como India, Brasil, Sudáfrica y Rusia, así como con la de otros países ricos cuyos bancos no necesitaron ayuda pública, tal es el caso de Australia y Canadá. La reforma de supervisión financiera ideada por el presidente norteamericano contemplaba controles y medidas mucho más exigentes a los bancos, como la obligación a reforzar las bases de capital y la fijación de un nivel de liquidez, el establecimiento de tasas, la limitación de operaciones de autocartera o la prohibición de compra de otras entidades cuya cuota de mercado exceda el 10 por ciento, aunque no sopesaba la prohibición de la compraventa a la baja de activos, medida ya suprimida en países como Alemania. De este modo, al no haber acuerdo en el seno del G-20, cada país adoptará las medidas que consideren oportunas. Mientras que EEUU estima aplicar una tasa del 0,15 por ciento sobre las 50 entidades bancarias más grades, que son precisamente las susceptibles de crear un riesgo sistémico, para recaudar alrededor de 90.000 millones de dólares cerca de 68.000 millones de euros-, Reino Unido y Francia han decidido aplicar tasas menores con el objetivo de recaudar anualmente entre 2.500 y 1.000 millones de euros anuales que se destinarán íntegramente a los presupuestos. Por su parte, Alemania estudia implantar un impuesto especial que pagarían todos los bancos establecidos en Alemania para financiar un Fondo de Estabilidad financiado por la Agencia Federal para la Estabilización del Mercado Financiero (FMSA) que serviría para el rescate en una futura crisis y que podría recaudar 25.000 millones de euros en 25 años.