ESPÍAS EN LA COMUNIDAD DE MADRID
La lucha política se mantiene en el Gobierno regional
Por Rocío Linares2 min
España25-06-2010
Un triángulo peligroso y secreto. Así podría definirse la cúpula del partido popular de la Comunidad de Madrid. En el vértice de la pirámide, el dorsal de Esperanza Aguirre que portando el número uno ya entrena al que será su sucesor. Cargo para el que no faltan competidores en la lucha, más limpia o menos.
En la vicepresidencia, Ignacio González, hombre de confianza de la Presidenta Aguirre y uno de los que figuran en la lista del ‘caso espías’ como “víctima”. Y le sigue tercero, pero no por ello menos importante, Francisco Granados, Consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la comunidad madrileña. Nombre que califican como responsable de las unidades de espionaje a políticos. El caso de espionaje en la Comunidad de Madrid muestra sus primeras resoluciones. Unas salidas que solamente aprietan la maraña de poder en lo más alto del Gobierno regional. Sergio Gamón dimite como director de Seguridad de la Consejería de Interior, imputado por un presunto delito de malversación de fondos públicos y encargado del presunto caso de espionaje a políticos madrileños. Una trama en la que figura como principal implicado Francisco Granados y sobre la que empiezan a hacer conjeturas. Una guerra “secreta” en principio, que a voces está destruyendo un partido y desvelando las estrategias de sus políticos para los próximos meses con un objetivo: Elecciones Regionales 2011. Los intereses políticos se mueven en torno al poder. El poder lo da el cargo y el cargo lo da las elecciones. Pero antes que “querido” por los ciudadanos, hay que ser “ojito derecho del jefe” en este caso, la jefa como algunos de sus más allegados llaman a Esperanza Aguirre. Ese puesto es, desde hace tiempo, de Ignacio González, desde que fue subsecretario del Ministerio de Cultura de Aguirre. Sin embargo, un aspirante con pocos méritos para el cargo de sucesión, es Francisco Granados que espera la resolución de los Tribunales sobre su supuesto equipo de espionaje. Desde que se destapó el juego secreto, la Consejería de Interior remodeló el área de Seguridad que excusaba sus acusaciones con la obligación de hacer contravigilancia de los cargos públicos, competencia que corresponde a la Policía Nacional o Municipal. Las tensiones que han surgido a partir del mes de enero de 2009, fecha en que comenzaron a extenderse los rumores, han provocado la primera cesión en Interior. Desde que el principal sospechoso en los supuestos seguimientos a políticos del PP, Sergio Gamón, ha decidido abandonar su cargo, han surgido las opiniones que interpretan su dimisión como admisión de culpabilidad. Se cruzan las miradas entre rivales, víctimas y atacantes, leones y corderos de la lucha política.