Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

MUNDIAL 2010

Sudáfrica se despide de su Mundial ganando a una ‘desahuciada’ Francia

Por LaSemana.esTiempo de lectura3 min
Deportes22-06-2010

Francia y Sudáfrica se despidieron del Mundial al quedar eliminados en su grupo a pies de Uruguay y México. Dijeron adiós, con todo, de formas muy distintas. Ambos necesitaban una heroica goleada para meterse en octavos y los anfitriones, cargados de coraje, la tuvieron cerca, pero les faltó puntería. Los galos, mutilados por la expulsión de Yoann Gourcuff, pusieron fin al infierno que ha sido su concentración en este Mundial y, con ello, a la etapa de Raymond Domenech como seleccionador.

Francia 1 – Uruguay 2 La historia de Francia en este Mundial estaba escrita incluso antes de que los galos pusieran el primer pie en Sudáfrica. Nadie en el país, ni siquiera los propios jugadores, confiaban en su seleccionador. Ni en sus decisiones ni en su juego. Los problemas en el vestuario eran notables y desde el primer partido quedó claro que hasta los jugadores, carentes de toda ambición, habían ido al Mundial de paseo. La expulsión de Nicolas Anelka del combinado por insultar al técnico y las tensiones generadas tras los dos decepcionantes primeros partidos fueron el punto final de una historia a la que, para desgracia de los franceses, todavía le quedaba un epílogo. Con remotas opciones de meterse en la siguiente ronda y muchas ganas de poner fin a una concentración que ha resultado un infierno, Francia parecía un rival propicio para que Sudáfrica se despidiera con una victoria de su público. Los anfitriones necesitaban un milagro para clasificarse para octavos. Pero si algo les distingue de su oponente es su ambición y su actitud positiva. Aún así, la empresa de pasar de ronda era casi una quimera. Sobre todo tras constatar que los numerosos cambios introducidos por Domenech surtieron frutos. Francia, al contrario que en sus dos partidos anteriores, semejó a un equipo de fútbol. Con Gourcuff al mando, su juego mejoró notablemente e incluso gozó de un par de buenas ocasiones para adelantarse. Sudáfrica, aunque muy voluntariosa, no parecía un oponente capaz doblegar a los bleus. Pero todo cambió en dos jugadas aisladas. La primera fue el gol de cabeza de Bongani Khumalo, un presente del guardameta Hugo Llodris, que se tragó un balón fácil de despejar en un saque de esquina. La segunda fue otro error arbitral, el enésimo en este Mundial y una muestra más de los problemas que acarrea el llevar colegiados de escaso nivel a la Copa del Mundo. Gourcuff saltó al choque para disputar un balón golpeando al rival con el brazo y el trencilla se sacó de la manga una roja que acabó con las pocas ilusiones de Francia. Con los galos hundidos, Sudáfrica vio la posibilidad de lograr una épica goleada que les permitiera pasar de ronda. Los bafana bafana, todo corazón, se lanzaron al ataque empujados por miles de almas, presentes o no en el estadio, para las que su Mundial se ha convertido en una cuestión de estado. Katlego Mphela provocó un terremoto en la grada con el 2-0 justo antes del descanso, fruto del oportunismo, tras recoger un balón rechazado varias veces en el área. Pudo volver a marcar en la reanudación, pero envió su remate al palo cuando sólo tenía ante sí al portero. Más tarde falló otro mano a mano con el guardameta y ahí se agotaron las opciones de su equipo. A Sudáfrica le sobraron revoluciones y le faltó calidad. Florent Malouda, tras una buena jugada de Frank Ribery, silenció las vuvuzelas y selló un resultado que puso fin a la participación de ambos en el Mundial. Goles: Khumalo (20’), Mphela (37’) y Malouda (68’)