TAILANDIA
Bangkok arde tras el asalto final contra los 'camisas rojas'
Por Miguel Martorell
2 min
Internacional19-05-2010
El primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, ha decretado el toque de queda en la capital tras el asalto final contra la plaza fuerte de los 'camisas rojas', acontecido la noche del martes. Media docena de muertos y otro medio centenar de heridos ha sido el resultado de una operación cuyos daños colaterales tardarán muchos meses en mitigarse.
Poco antes del inicio de la operación de los más de 1.000 soldados, apoyados por tanquetas, comenzara, Jatuporn Prompan, uno de los líderes de los 'camisas rojas', subía al escenario de la gran explanada donde los opositores fijaron su campamento a mediados del pasado mes de marzo. "Os pido disculpas por todo, pero no queremos que haya más pérdidas. Yo también estoy deshecho, me rindo", proclamó. A continuación, otro de los dirigentes detenidos, Nattawuk Saikua, tomó la palabra para pedirle a los 'camisas rojas' a través de un altavoz que regresasen a sus casas y pusiesen fin a las protestas. Tanto Saikua como Prompan se encontraban entre los cuatro dirigentes que fueron arrestados por la Policía posteriormente. La reacción de los opositores fue contraria a los esperado. Se negaron a marcharse tras dos meses exigiendo la dimisión del primer ministro y la convocatoria de unas elecciones legislativas. Los casi 70 muertos y miles de heridos que han provocado las protestas parecían haberse olvidado. Minutos después se iniciaba el asalto del Ejército a las posiciones, derribando las barricadas de neumáticos, alambre de espino y bambú y atravesando el aluvión de piedras y cohetes improvisados de los 'camisas rojas'. Al menos cinco personas murieron por disparos de los soldados. Como respuesta, los manifestantes prendieron fuego a varios edificios del centro financiero de Bangkok, donde habían establecido su base. El Central World de la capital -el segundo centro comercial más importante del sureste asiático- ardió, y junto a él decenas de comercios y edificios del rico barrio de la capital. Los 5.000 opositores huyeron en desbandada ante la llegada del Ejército, provocando el caos a su paso. Al menos tres periodistas extranjeros que estaban cubriendo los enfrentamientos resultaron heridos. Uno de ellos, un fotógrafo italiano, fue alcanzado en el corazón y en el abdomen y falleció posteriormente en el hospital. Aunque el Gobierno ha declarado la situación "bajo control", las revueltas se han expandido a los alrededores de la capital y a las zonas rurales del país, de donde proceden la mayor parte de los 'camisas rojas'. Los ayuntamientos de tres importantes ciudades del noreste del país han sido pasto de las llamas. El ex primer ministro Thaksin Shinawatra, acusado de corrupción y hositgador de las protestas desde el exilio, aseguraba tras la ofensiva que el malestar político existente en Tailandia no terminará por lo militar, sino que el resentimiento provocará un alzamiento que se traducirá en una guerra de guerrillas. Por su parte, el Gobierno ha calculado que los dos meses de protestas han reducido a la mitad el crecimiento porcentual del Producto Interior Bruto tailandés y que la industria turística recaudará este año 2.540 millones de euros menos de lo originalmente previsto.