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FÓRMULA 1

Se va Raikkonen, vuelve Schumacher

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura3 min
Deportes27-03-2010

El cambio de rumbo de Ferrari, para dar cabida a Fernando Alonso junto a Felipe Massa un año antes de lo previsto, y el regreso de dos históricos como Mercedes -como equipo propio, compensando en parte las huidas de Toyota y BMW, y en menor medida de Renault- y Michael Schumacher han determinado, junto con la marcha de Kimi Raikkonen, los fichajes de pretemporada, que pillaron a desmano, sobre todo, al polaco Robert Kubica y al vigente campeón, el inglés Jenson Button.

Dos 'gallos' animan el mercado Al igual que en 2006, cuando anunció anticipadamente su marcha de Renault, Fernando Alonso abrió la veda. En esta ocasión, con el apoyo de Emilio Botín y el Banco Santander, que desembarcaron en Ferrari, el español desplazó a Kimi Raikkonen, cuyo carácter frío y despreocupado no terminó de encajar con el aire latino de la Scuderia y lo ha llevado a probar fortuna en el Mundial de rallies. Con la marcha de BMW como fabricante, Robert Kubica no lo dudó y, pese a terminar en un destino difícil, como es un equipo Renault que ha mantenido el nombre, pero se ha deshecho de la mayoría de la propiedad del equipo -ahora gestionado por el inversor luxemburgués Genii Capital, que ha aceptado como piloto de pago al ruso Vitaly Petrov-, el polaco asume el papel del español: bregar por sumar puntos y lograr actuaciones destacadas que le permitan pescar algún asiento de postín en el futuro. El finlandés Raikkonen fue la clave del otro gran movimiento de la pretemporada: tras desechar la opción de regresar a McLaren, el campeón en ejercicio, Jenson Button, ocupó su lugar y dejó el camino expedito para el regreso de Michael Schumacher, que pese a sus 41 años, aún mantiene el hambre de competir y prefirió encabezar el proyecto de Mercedes, en su regreso como al campeonato tras sus éxitos en la década de 1950, al lado de un piloto en crecimiento como Nico Rosberg, que afronta su primera oportunidad en un equipo puntero. Mientras tanto, el brasileño Rubens Barrichello, escaldado tras su labor de gregario con Brawn, prefirió levar anclas y aportar su veteranía en Williams, junto con el novato Nico Hulkenberg, antes que volver a vérselas a la sombra del káiser. De los equipos punteros, tan sólo Red Bull ha apostado por la continuidad con sus dos pilotos de 2009: Sebastian Vettel como claro candidato al título, a expensas de la fiabilidad del monoplaza, y un Mark Webber tan combativo como irregular. Otros dos equipos, tras introducir relevos mediada la temporada anterior, han mantenido la misma línea: Force India, con el alemán Adrian Sutil y el italiano Vitantonio Liuzzi como dupla de pilotos jóvenes, y Toro Rosso, con el suizo Sebastien Buemi y -tras varias semanas de espera hasta confirmarlo- el español Jaime Alguersuari. El dinero da la estabilidad Las novedades han provenido, necesariamente, por parte de los nuevos equipos, que tras la supresión del tope presupuestario -la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) lo había fijado en 45 millones de euros entre los requisitos de aceptación, pero posteriormente lo modificó- han visto cómo las escuderías han aceptado tan sólo a pilotos que han traído patrocinios debajo del brazo. Tal ha sido el caso de Hispania Racing, con el brasileño Bruno Senna y el indio Charun Chandhok, y especialmente de Renault, que tras vender la mayor parte del equipo al inversor luxemburgués Genii Capital, deshojó la margarita hasta el último momento antes de firmar un acuerdo con el Gobierno ruso para aceptar a Vitaly Petrov como segundo piloto. Proyectos más serios, pero con problemas de liquidez en perspectiva -que pueden dificultar la evolución técnica-, han sido los de Peter Sauber, tras rescatar su propia estructura con la marcha de BMW, al apostar por el japonés Kamui Kobayashi, la gran revelación del final de temporada en 2009, y el español Pedro de la Rosa, avalado por su trabajo como probador en McLaren. También ha apostado en esa línea Lotus, con el finlandés Heikki Kovalainen -su perfil, con todo, ha quedado rebajado tras no colmar las expectativas a su paso por Renault y McLaren- y el italiano Jarno Trulli, repescado de la otra escudería que desapareció en 2009, Toyota. Su ex compañero, el alemán Timo Glock, aterriza en Virgin Racing para aportar experiencia al joven Lucas di Grassi -también brasileño-, procedente del campeonato de GP2.