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SITUACIÓN ETARRA

El aparato político de ETA, más débil que nunca

Por J. F. LamataTiempo de lectura4 min
España24-03-2010

En el mundo terrorista no existe una jerarquía clara donde la única estructura de autoridad es el Comité Ejecutivo de la banda, formado por un grupo de entre tres y cinco personas, teóricamente todos con la misma autoridad, que se reúnen para aprobar las acciones. Sin embargo los expertos antiterroristas siempre han identificado una cúpula formada por tres dirigentes: el jefe del aparato político, el del logístico y el encargado de los comandos. Al jefe de los comandos se le suele identificar como "número 1" de la banda, aunque en las reuniones suele ser el "jefe político" el que aparece como líder, alguien de mayor formación intelectual, encargado de las arengas, discursos, comunicados internos, instrucciones...etc. Además la justicia desde 1997 comprobó el vínculo entre el "aparato político" de los terroristas y el formación política "Herri Batasuna" (posteriormente "Euskal Herritarrok", o "Batasuna"). En esta formación, aunque no exista la figura de "presidente" ni "secretario general", siempre ha habido un portavoz visible, generalmente, el cabeza de lista por Guipuzcoa.

La situación política actual de la banda es compleja porque por primera vez no está identificado claramente quién es el responsable político - ni se conoce a alguien con suficiente formación para ejercer ese puesto - ni tampoco hay un rostro político claro, quedando el papel cada vez más reducido de Arnaldo Otegi. El aparato político y militar enfrentados En el "aparato político" de la banda se han producido siempre incidentes extraños con responsables del "aparato militar". "Argala" uno de los primeros líderes políticos, moría al explotar su coche, sin que quedara demasiado claro quién fue el responsable. "Pertur" líder del aparato político posteriormente, que intentó convencer a la banda del abandono de la lucha armada, moría asesinado por sus propios compañeros "Apala" y "Paquito" acusado de "desviacionista", "Yoyes", también máxima dirigente del "aparato político", era asesinada por orden de "Paquito" años después por "desertora". Durante los "años de plomo" de la banda el "aparato político" de la cúpula terrorista lo ejercían Domingo Iturbe "Txomin" y Eugenio Etxebeste "Antxon". El primero - a pesar de su sangriento historial - encabezó el intento de negociación de Argel con el Gobierno de Felipe González, "Antxon" encabezó el sector "duro" que acabó frustrando aquel proyecto, que incluyó el extraño episodio de la muerte de "Txomin" en un accidente nunca aclarado. Durante la siguiente etapa el "aparato político" quedo al mando de "Josu Ternera" y "Txelis", que ejercían el poder en la sombra moviendo los hilos de "Paquito" - que sembró el terror mediante los comandos más sanguinarios (Parot, Santi Potros, De Juana). Tras la gran redada de 1992 (Bidart) que dirigió el coronel Rodríguez Galindo con la coordinación de Rafael Vera cayeron los tres "aparatos" a la vez (irónicamente todos ellos han sido luego expulsados de la banda por distintos motivos). Y el "aparato político" quedó a cargo de Mikel Antxa, que ha sido la persona que más tiempo ha aguantado en ese puesto (1992-2004), mientras los responsables militares iban siendo detenidos en periodos mucho más pequeños. Durante la tregua de 1998 con el Gobierno de Aznar, Antxa fue uno de los principales defensores de prolongarla, pero se impuso el criterio del aparato militar del sádico "Txapote". También fue Antxa quién se reunió con Carod Rovira en la célebre entrevista de Perpignan. Caído Antxa, no ha habido ningún sustituto de peso. Durante un momento pareció que "Josu Ternera" iba a volver a ocupar ese puesto y que era él quién encabezaría el proceso de negociación de 2006 con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, pero fue apartado por "Thierry", quedando este al frente del político y "Txeroki" al frente del militar (actualmente todos detenidos). Por lo que no hay ningún etarra con suficiente formación política para ocupar ese hueco. Ilegalización de Batasuna La ilegalización de Batasuna en 2002, por un pacto PP-PSOE, ha sido el mayor golpe a la banda a nivel legal. Desde sectores nacionalistas se criticó aquello y se cuestionó la vinculación de esa formación política con la banda, una vinculación que es evidente: asesinos como García Goena, Azurmendi o el propio Josu Ternera han formado parte de las listas de Batasuna (hasta 400 integrantes de las listas han sido luego miembros de comandos según el auto de Garzón), etarras han aparecido en los espacios de propaganda electoral de esta formación. El daño ha sido tan grande que en la negociación de 2006 la principal exigencia de la banda ha sido siempre la re-legalización de Batasuna. Pero Rodríguez Zapatero se negó y se limitó a autorizar determinadas listas: PCTV o ANV. La ruptura de la negociación, dejó ambas formaciones fuera de la ley. El actual Parlamento Vasco es el primero en el que no está represantada la banda terrorista (aunque aún mantiene varias alcaldías). Arnaldo Otegi fue portavoz de Batasuna desde 1997. Sus antecesores directos fueron Santi Brouard (hasta su asesinato por los GAL en 1984) y Jon Idigoras (1984-1997), condenado en 1997 por ceder su espacio electoral a banda armada. Otegi, principal precursor de la negociación del 2006, ha visto su influencia muy reducida como demostró el atentado de la T-4, del que se enteró por la prensa. Los últimos jefes de la banda recelan de él, pero es su único rostro público. Pero actualmente también ha sido detenido.