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DESAYUNO DE ORACIÓN

La difícil relación entre Zapatero y la Iglesia

Por Juan Antonio MarínTiempo de lectura2 min
Sociedad05-02-2010

Desde su llegada a la Presidencia del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero no ha tenido lo que se dice una relación plácida con la Iglesia. Y es que el jefe del Ejecutivo ha tenido que superar algunas situaciones complicadas en su mandato.

La primera de ellas fue la ley del matrimonio, que ahora permite casarse a parejas del mismo sexo. Esta ha sido una de las propuestas más polémicas de su gobierno, que finalmente se llevó a cabo, provocando una gran controversia tanto en la sociedad española como en la Iglesia. De hecho algunos ayuntamientos manifestaron su negación a celebrar ese tipo de bodas. La Iglesia, por su parte, se opuso alegando la imposibilidad de procrear de la pareja y la falta de una verdadera familia por faltar un modelo paterno o materno. Otro de los puntos incandescentes del Gobierno de Zapatero es la ley del aborto, que hace poco llegó al Congreso y fue aprobada, a pesar de las enmiendas a la totalidad de la ley que presentó la oposición. La Iglesia también rechazó esta ley, ya que considera poco menos que un asesinato el hecho de parar el proceso de gestación. También amenazó con excomulgar a los diputados que votaran a favor de la ley, medida que sentó especialmente mal en el Congreso. Educación para la Ciudadanía Pero si se echa la vista un poco más atrás parece otro acontecimiento que contribuyó a empeorar la relación entre el Gobierno y la Iglesia. En 2007, se aprobó en el Parlamento la Ley Orgánica de Educación (LOE), que introdujo algunas novedades tanto en Primaria como en la ESO. Pero el hecho que más polémica suscitó fue el de la inclusión de la asignatura Educación para la Ciudadanía, que suponía el conocimiento por parte de los alumnos de una serie de valores cuya enseñanza había correspondido tradicionalmente a la propia familia. Más recientemente, otro debate puso en pie de guerra a toda la Iglesia y generó un importante debate social: la eliminación de crucifijos de las aulas. En este caso, el Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley en la que se instó al Gobierno a aplicar en todos los centros escolares la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que consideraba que los crucifijos en las aulas son "una violación de los derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones" y de "la libertad de religión de los alumnos". En general, el Gobierno de Zapatero ha tratado de mantener una relación bastante alejada de la Iglesia, a pesar de que a veces se ha vislumbrado algún tipo de pequeña reconciliación. El PSOE ha tratado de mantener una política laicista en ese sentido, tratando de separar casi por completo los problemas del Estado y la participación en ellos de la Iglesia, lo que ha provocado múltiples discusiones acerca de si ésta debe realmente tomar protagonismo en estos temas e inmiscuirse en las decisiones que tome el Congreso.