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BALEARES

El presidente de las islas expulsa a UM de todas las instituciones

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
España05-02-2010

El socialista Francesc Antich, presidente del Gobierno de las Islas Baleares, ha decidido la expulsión de uno de sus socios en las tres instituciones insulares: Ejecutivo autonómico, Consell y Ayuntamiento de Palma de Mallorca. El motivo: la detención por la mañana de dos cargos técnicos y la del portavoz de UM por presuntas irregularidades cometidas durante la actual legislatura.

De este modo, Miquel Ángel Grimalt, Miquel Ferrer y Mateu Cañellas abandonan las consellerias de Medio Ambiente, Turismo y Deportes y Juventud, respectivamente. En el Consell de Mallorca, su presidenta Francina Armengol, cesó a los tres consellers: Antoni Pascual (Obras Públicas), Catalina Julve (Medio Ambiente) y Dolça Mulet (Deportes y Juventud). La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, por su parte, cesó a los regidores Cristina Cerdò (Medio Ambiente y presidenta de Emaya) y Baldomero Oliver (Deportes). El presidente de dos directores generales en el Govern y el portavoz y regidor de UM Miquel Nadal en relación con la 'Operación Voltor', en la que se investigan presuntas irregularidades cometidas durante la actual legislatura en torno al Instituto de Estrategia Turística. Antich ha anunciado que gobernará las tres instituciones en minoría, junto a sus socios del Bloc -formado por tres partidos de izquierdas- pero no dio más pistas sobre si convocará elecciones anticipadas. El presidente se reunió con los representantes de patronal y sindicatos para explicarles su decisión, y éstos le transmitieron su apoyo, así como la necesidad de mantener la estabilidad gubernamental hasta el final. Empresarios y sindicatos apoyaron la reducción del número de consellerías que, además de los ceses, anunció Antich, al tiempo que apoyaron la "contundencia" con la que el presidente balear ha actuado ante la más mínima sospecha de corrupción en las filas de su Gobierno. Menos apoyo ha encontrado Antich en las filas de UM, donde su presidente, Josep Melià, ha criticado la decisión "precipitada y unilateral" del presidente, al tiempo que le ha advertido de que su partido "tiene las manos libres" en las instituciones baleares. Por su parte, el presidente del PP en las Islas Baleares, José Ramón Bouzà, exigió al Gobierno autonómico una reunión urgente para "saber en primera persona" la dimensión de la crisis institucional y remarcó que ellos ya tienen una decisión adoptada y definida al respecto, aunque eludió pronunciarla. Sin embargo, consideró que "no se pueden adelantar unas elecciones porque la crisis afecta a todas las instituciones, tras una inactividad de dos años y medio". Por último, aclaró que "no hará demagogia con la corrupción" ya que es "el momento de la responsabilidad" y deben tener prudencia a la hora de tomar decisiones.