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DESAYUNO DE ORACIÓN

Zapatero presume de “tolerancia religiosa” pese a sus ataques a la Iglesia

Fotografía FOTO: Partido Socialista

FOTO: Partido Socialista

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Sociedad04-02-2010

Cabeza ligeramente inclinada y ojos parcialmente abiertos. Así es como ha rezado José Luis Rodríguez Zapatero en el Desayuno de Oración celebrado en Washington, adonde había sido invitado personalmente por Barack Obama. El presidente del Gobierno ha vivido una jornada con un profundo tono religioso, en el que las plegarias a Dios han estado de lo más presentes.

Hasta el propio Zapatero ha elevado sus rezos “al Dios del Evangelio” para reivindicar los derechos de algunos colectivos: “Hoy mi plegaria quiere reivindicar igualmente el derecho de cada persona, en cualquier lugar del mundo, a su autonomía moral, a su propia búsqueda del bien. Hoy mi plegaria quiere reivindicar la libertad de todos para vivir su propia vida, para vivir con la persona amada y para crear y cuidar a su entorno familiar, mereciendo respeto por ello”. Sin mencionarlos, Zapatero se ha acordado así de los homosexuales, las personas dependientes y los parados. Incluso, ha leído un fragmento de la Biblia extraído del Libro del Deuteronomio con un doble mensaje en estos tiempos de crisis económica y largas colas en las oficinas de empleo. “No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas, o un extranjero que vive en alguna de las ciudades de tu país. Págale su jornal ese mismo día, antes que se ponga el sol, porque está necesitado, y su vida depende de su jornal”, ha leído antes de acordarse de los inmigrantes, los países más pobres y los damnificados por catástrofes como el terremoto de Haití. El presidente español ha reconocido “el valor de la libertad religiosa” en Estados Unidos a la vez que ponía a España como ejemplo de diversidad cultura y religiosa, especialmente por aquellos siglos en los que convivieron en la Península judíos, musulmanes y cristianos. Zapatero ha ensalzado esa “tolerancia religiosa” a la vez que sacaba a relucir “el respeto a la diferencia, el diálogo, la convivencia de las culturas y la Alianza de las Civilizaciones” que puso en marcha su gobierno la pasada legislatura. A la vez, ha rechazado “la utilización espuria de la fe religiosa para justificar la violencia” por lo “enormemente destructiva” que puede llegar. Como prueba, recordó a las numerosas víctimas del terrorismo de España y de Estados Unidos, entre las que destacan las de los atentados islamistas del 11-M y el 11-S. Antes de terminar, el presidente del Gobierno ha reconocido que España es “sobre todo cristiana” pero al mismo tiempo ha apelado a la libertad religiosa que pretende imponer por ley para equiparar a todas las confesiones. La reforma lleva meses paralizada a pesar de que desde el PSOE se anunció que se aprobaría en la primera mitad de la legislatura.