CINE
Sorpresa en la Berlinale
Por Carlos Lacalle
2 min
Espectáculos17-02-2002
El jurado del festival de Berlín ha decidido, en una situación poco frecuente, entregar el premio principal, el Oso de Oro a la mejor película, a dos películas ex aequo. Sólo uno de los títulos, Bloody Sunday, entraba dentro de las quinielas de los asistentes.
La primera vencedora ha sido una obra de dibujos animados del japonés Hayao Miyazaki, Spirited Away, un soplo de aire fresco en un festival poco acostumbrado a que el cine de animación se sitúe en cabecera, todo un reconocimiento al género. Mientras, la segunda cinta, Bloody Sunday, obra del director Paul Greengrass, es una clara muestra de cine político y de denuncia que recoge la reconstrucción de una sangrienta manifestación frenada por la policía el fatídico domingo sangriento de enero de 1972, que además fue rodada por este joven realizador con un estilo documental para darle mayor realismo. La actriz Halle Berry fue galardonada con el Oso de Plata a la mejor interpretación femenina por la película Monster´s Ball, una cinta centrada en el drama de la pena de muerte en los Estados Unidos. El premio al mejor actor fue para un francés, Jacques Gamblin, protagonista de Laissez-passer: salvoconducto, del prestigioso director Bertrand Tavernier. Los reconocimientos especiales recayeron en el director Robert Almant y la actriz Claudia Cardinale, quienes se llevaron a casa el Oso de Oro por sus trayectorias profesionales. Otros premios destacados de la sección oficial fueron el premio Alfred Bauer a la mejor innovación cinematográfica para Baader, el relato del origen del grupo terrorista armado Baader-Meinhof, y el gran premio del jurado otorgado mediante un Oso de Plata a Otra Losseliani, director del largometraje Monday morning. Una de las favoritas por la crítica, la cinta francesa Ocho Mujeres, recogió el galardón a la mejor contribución femenina. La cinta Grill point, de Andreas Dresen, recibió el Oso de Plata como gran premio del jurado. La única obra española a concurso, Piedras, no recibió ningún galardón, pese a la presencia en la Berlinale de alguna de sus intérpretes para promocionar de la película. Esta 52 edición del festival concluyó con la proyección de una restaurada obra de Charles Chaplin, El gran dictador.