VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
La mañana que cambió la vida a Neira y a Puerta
Por Juan Heralta Rodríguez3 min
Sociedad21-11-2009
Una calurosa mañana de verano cambiaría para siempre las vidas de Jesús Neira y Antonio Puerta. El primero, tras un acto heroico en el que intentó evitar el maltrato a una mujer, quedó en coma durante 68 días agónicos. Mientras, el segundo siempre negó tal agresión e incluso la víctima no quiso aceptar que la gente reconociera a Neira como un héroe.
Para muchos, el 2 de agosto de 2008 fue un día como otro cualquiera. Sin embargo para Jesús Neira y para Antonio Puerta no fue así ya que esta fecha marcó para siempre su futuro. Neira es un profesor universitario de la Universidad Complutense de Madrid, que aparte de la docencia, colabora en distintos medios de comunicación como analista político. Por su parte, Puerta es un hombre que no para de dar tumbos con su vida, ya que ésta está llena de episodios de alcohol y drogas, de los que nunca ha conseguido recuperarse plenamente. Tras una noche llena de excesos, Puerta decidió llamar aquella mañana de agosto a su novia, Violeta Santander, para que fuera buscarlo. Durante el encuentro, Puerta sufrió un fuerte caso de ansiedad, que le llevó a discutir con Violeta de manera muy acalorada y sin motivo alguno, puesto que la cocaína y el alcohol consumido la noche anterior empezaban hacer mella en él. Ésta, al ver la situación de su novio, le propone coger una habitación de un hotel para poder descansar y hablar más tranquilamente las cosas. Durante la reserva de la habitación, llaman a Violeta, la cual no quiere que Puerta se entere de quien la esta llamando. Esto enfada mucho a su pareja ya que en repetidas ocasiones la intenta quitar el móvil a la fuerza para averiguar quien la esta llamando. Tras reservar la habitación, Puerta está tan enfadado que la agarra por el pelo y la empuja a la puerta del hotel. Una vez fuera, este increpa a su pareja y se produce un forcejeo, en que la joven cae al suelo. Neira, que se dirigía al hotel para tomar un aperitivo con su hijo, al ver la situación no se queda indiferente y decide actuar. El profesor, tras recibir numerosos insultos y un puñetazo, se dirige al hall del hotel para avisar a seguridad. Pero esto nunca sucederá, ya que antes de que pueda decir nada Puerta le vuelve a golpear, esta vez por la espalda, sin dejarle posibilidad a defenderse. Tras continuas agresiones, su hijo pone fin a la misma empujando al agresor. Puerta y Santander, al ver todo el revuelo que se forma, deciden irse disimuladamente. Pasados unos minutos Santander entra a cancelar la reserva de la habitación y se encuentra con una pareja de Guardias Civiles. Al verlos Violeta rompe a llorar y por primera y única vez reconoce que su novio la maltrata. Al preguntarla por el paradero de Puerta intenta encubrirle, pero es descubierto en un coche. Se le toma declaración y se decide dejarlo en libertad aunque cada 15 días debía acercarse a un cuartelillo de la Guardia civil. Mientras, Neira comienza su odisea de hospital en hospital, sin que ningún médico le detecte las graves lesiones que le han ocasionado los golpes. Tres días después, el dolor y el cansancio pueden con el profesor, que entrará en un profundo sueño del que no se despertará hasta 68 días después tras una operación a vida o muerte de la que los doctores no eran muy optimistas. Durante todo este tiempo, su caso sale a luz pública y Puerta es detenido y metido en prisión provisional, sin posibilidad de que puedan pagar su fianza. Por su parte, Violeta acude a diversos programas de televisión, previó pago de una buena cantidad de dinero, afirmando que Neira no es un héroe. Más de un año después, Puerta ha sido condenado sólo a siete meses y quince días de prisión por no tener antecedentes penales. Además, se le ha prohibido acercarse a Violeta, a pesar de que negará estas acusaciones, puesto que sus declaraciones, según el juez, estaban llenas de contradicciones.