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CRISIS DEL PP

Rajoy resuelve la crisis de Caja Madrid y del PP valenciano

Fotografía Rajoy, en una reunión del Comité de Dirección del PP en septiembre (FOTO: Diego/PP)

Rajoy, en una reunión del Comité de Dirección del PP en septiembre (FOTO: Diego/PP)

Por Esteban del PozoTiempo de lectura3 min
España02-11-2009

Parece que el ambiente se calma. El desafío de Costa después de su convulsa retirada de la secretaría general del PP valenciano y las palabras de Manuel Cobo acerca de la Presidencia de Caja Madrid habían puesto en una situación muy difícil el liderazgo de Mariano Rajoy. La solución de estos conflictos calma la tensión entre la directiva nacional y el PP regional de Madrid y de Valencia. A pesar de ello, Rajoy se ha mostrado contundente en el Comité Ejecutivo del PP y ha afirmado que "no va a permitir ningún espectáculo más".

Mariano Rajoy vivió uno de sus peores momentos al frente del PP después de perder las elecciones generales. Antes del Congreso de Valencia del PP en el que volvió a proclamarse presidente de los populares, fueron muchos los dirigentes de la formación que pusieron en duda sus dotes de mando. La marcha de María San Gil, la oposición frontal del ex ministro Juan Costa y difuminada de Esperanza Aguirre pusieron en peligro el liderazgo de Mariano Rajoy. Una vez pasado el tramite del Congreso de PP y la victoria electoral en las europeas parecía que el sillón de Rajoy se afianzaba en el puesto más alto del PP. Sin embargo, todo cambió a raíz del caso Gürtel y de las nuevas disputas entre el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Caso Gürtel y el PP Valenciano El quebradero de cabeza que más se le está alargando en el tiempo al mandamás del PP es el caso Gürtel y sus consecuencias. Cuando parecía que antes de este verano estaba todo solucionado, el levantamiento del secreto del sumario, a principios de octubre, se tradujo en uno de los momentos más difíciles para el PP y su Presidente. La posibilidad de una financiación ilegal del partido en Valencia y unas conversaciones poco apropiadas entre uno de los implicados en la investigación por corrupción y el secretario general del PP de Valencia puso en el ojo del huracán a éste último, Ricardo Costa. Rajoy reclamó el cese al líder del PP de Valencia, Francisco Camps. Pero el incondicional apoyo de Camps a Costa y la decisión de éste de no abandonar el barco hasta el final pusieron en serios aprietos la autoridad del líder del PP. Después de varios órdagos lanzados por Costa reafirmándose en el puesto a pesar de las declaraciones públicas de la dirección nacional, Rajoy decidió suspenderle de militancia y exigir a Camps un sustituto. Después de un día de espera el presidente del PP de Valencia ha designado a Antonio Clemente como nuevo secretario general. El otro cargo que ostentaba Ricardo Costa era el de portavoz en las cortes valencianas. Éste será ocupado a partir de ahora por Rafael Blasco, que mantendrá su ocupación como conseller de Inmigración. Blasco gana así un peso político que muy pocos dirigentes del PP han obtenido en la historia del partido. Aunque la decisión ha sido tomada unilateralmente por Francisco Camps, Mariano Rajoy se mostrado satisfecho por los nuevos nombramientos. Gallardón frente a Aguirre por Caja Madrid Sin embargo el conflicto ocasionado en el PP de Madrid por la presidencia de Caja Madrid todavía sigue dando sus últimos coletazos. Aunque la renuncia del número dos de Esperanza Aguirre, Ignacio González, a ocupar la máxima responsabilidad de Caja Madrid en favor de Rodrigo Rato parecía acabar con el problema, las declaraciones de Cobo mantienen el enfrentamiento entre Gallardón y Aguirre.El número 2 de Gallardón , Manuel Cobo, calificaba la actitud del Presidente de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de "vómito". Ante este testimonio, respaldado por Gallardón, Aguirre reaccinó reclamando que se tomasen las medidas disciplinarias adecuadas. Además la mayoría de alcaldes de la Comunidad de Madrid firmaron un manifiesto, promovido por Aguirre, en el que se pedía que se expedientara a la mano derecha de Gallardón. Hasta el momento Cobo sólo ha pedido perdón por hablar fuera del PP y no por lo que dijo. Las actitudes que tomaron Cobo y Aguirre han molestado mucho a Rajoy que ha repartido reproches entre los dos dirigentes. Según el Presidente del PP "es inadmisible hacer declaraciones públicas sobre asuntos internos del partido, y todavía más inadmisible si eso va acompañado de críticas a otros dirigentes" además resaltó que "es inadmisible que se presione públicamente a órganos del partido y que se fuerce a cargos o representantes del mismo en instituciones públicas para que firmen documentos exigiendo lo que sea". Estas afirmaciones no han gustado nada a Esperanza Aguirre que porque "la equidistancia entre los agresores y las víctimas" le parece "realmente muy lamentable".