PREMIO NACIONAL LITERATURA INFANTIL
Alfredo Gómez Cerdá resulta ganador con una obra sobre la pobreza
Por LaSemana.es2 min
Cultura21-10-2009
Barro de Medellín refleja la triste realidad que viven muchos habitantes de otros países, una vida muy diferente a la que la sociedad más desarrollada está acostumbrada. El madrileño Alfredo Gómez Cerdá ha conseguido el Premio Nacional de Literatura por reflejar la triste desilusión de personajes y sentimientos de muchos de los habitantes de la ciudad colombiana de Medellín.
Cerdá escribió esta obra en 2007, fruto de su viaje a esta ciudad, un momento de reflexión tras ver la falta de esperanza que existe en este lugar. Todo ello sin la necesidad de sentimentalismos que ahoguen la calidad de la obra y dejen al descubierto una obra tan solo “ñoña”. Por eso, el madrileño ha buscado un estilo marcado por la sencillez y la concisión. El sello de la obra es precisamente conseguir lo contrario, abrir un halo de esperanza hacia todos sus habitantes con el lema Contra la violencia, cultura. Este autor, dedicado a la literatura infantil y juvenil, empezó a escribir a los once años y aunque inicialmente se dedicó al teatro, a partir de 1982, cuando ganó el segundo premio El Barco de Vapor por su libro Las palabras mágicas, se inclinó ya por la literatura infantil y juvenil. No sólo ha escrito sobre denuncia o crítica social, sino también sobre humor y aventuras. Lo que más le fascina es "crear personajes inspirados en una mirada interior", hacia él mismo, sus recuerdos e inquietudes, y una exterior, que refleje el mundo que le rodea. En 2001 obtuvo el Premio Assitej-España de Teatro por La guerra de nunca acabar. En 2005 fue galardonado con el Premio Gran Angular por Noche de alacranes, y un año más tarde con el Premio Fray Luis de León por La montaña más bella. El año pasado mereció también el Premio Cervantes Chico por el conjunto de su obra. Cerdá prepara su próximo libro, El botín de atolondrado, un libro para niños de entre 7 y 9 años y en el que narrará la historia de un pirata muy particular. También prepara una historia cuyo público potencial serán los adolescentes y el público adulto. El título es Dímelo con los ojos y cuenta la vida de una joven de 18 años, víctima de un sinfín de preocupaciones. La ayuda la encontrará en personas con deficiencias mentales, a las que antes miraba por encima del hombro. Hoy, serán su gran ayuda.