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LIBERTAD DURADERA

Crecen las tensiones entre Estados Unidos y los países del ¬eje del mal¬

Por Pablo FernándezTiempo de lectura1 min
Internacional09-02-2002

La tensión empeora con el paso de los días. El pasado 3 de febrero el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, acusó directamente al Gobierno de Irán de dar cobijo a los grupos terroristas afganos: "No me cabe la menor duda de que la frontera entre Irán y Afganistán ha sido utilizada por los talibán y por Al Qaeda para encontrar refugio".

Para Estados Unidos, Irán es uno de los países más involucrados en la colaboración con el terrorismo integrista y, como ya señaló el presidente estadounidense, George W. Bush, es prioritario luchar contra él. De momento, el combate es simplemente dialéctico y Washington trata de tensar al máximo las relaciones con Teherán para analizar la respuesta del régimen iraní. La contestación de Irán fue suave y conciliadora. El pasado martes, habló el ministro de Asuntos Exteriores, Kamal Kharrazi, para tranquilizar los ánimos. Kharrazi dijo que Irán tiene la firme determinación de expulsar de sus fronteras a los talibán y miembros de Al Qaeda que estén refugiados en su país. Cuando las cosas parecían arregladas y ambas partes hablaban de diálogo, el viernes pasado las autoridades de Teherán rechazaron al nuevo embajador británico en el país. Este desaire contra el principal aliado de Estados Unidos en la lucha antiterrorista ha roto cualquier acercamiento y ha reiniciado el cruce de descalificaciones. Lo que no extraña tanto, pero sí preocupa, son los reiterados ataques dialécticos que se lanzan entre Estados Unidos e Irak. Mientras el secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, asegura que el Gobierno de Washington "podría llevar a cabo en solitario un cambio de régimen" en territorio iraquí, el vicepresidente iraquí, Taha Yassin Ramadan, advierte de que, si siguen así las cosas, los estadounidenses sufrirán "algo mucho más grave que el 11 de septiembre".