PROCESO ASAMBLEARIO
ETA acuerda que no dejará de matar mientras no alcance la independencia
Por Martín Castro3 min
España29-06-2009
Seguir matando hasta conseguir la independencia. Tres años de reflexiones ha necesitado ETA para llegar a esa conclusión. Los militantes de la banda terrorista en la clandestinidad y sus presos confirmaron a través de un largo y dificultoso proceso asambleario su intención de mantener la vía de las armas con la novedad de establecer treguas de seis meses sólo en el País Vasco.
Internet se ha convertido en un nuevo arma de lucha para los terroristas. Primero como instrumento de filiación y ahora como vehículo de comunicación entre los militantes. Las presiones y actuaciones policiales han debilitado la organización restándole capacidad de maniobra e influencia. La banda, quizá la más debilitada de la historia, busca nuevas formas de reunión e Internet les sirve a su causa. Tres años ha tardado la banda terrorista ETA en definir las líneas maestras de actuación. La presión policial y el gran número de terroristas encarcelados en prisiones diferentes de España y Francia han sido claves para evitar las reuniones en un punto físico. Atrás quedan los procesos asamblearios multitudinarios que duraban poco más de un par de días y se celebraban en refugios para ganado, caseríos o alguna que otra iglesia del goiherri guipuzcoano o en el sur de Francia. Su última reunión ha servido para definir cinco grandes cuestiones, la más importante, la utilización de la violencia. Los militantes han votado desde dos vertientes; los encuadrados en la estructura clandestina han dado su opinión vía email, mientras que los presos hacían llegar sus aportaciones a través de los visitantes a las cárceles. Las conclusiones de esta asamblea se hicieron públicas a través de unos documentos mostrados por TVE. En ellos se recoge la nueva estrategia, decretar nuevas “treguas” durante seis meses sólo en el País Vasco. La medida busca “ajustar la lucha armada al nivel de lucha que el pueblo requiere. Ofrecer parones de seis meses para ver resultados”. Además, estos papeles desvelan que la organización terrorista sigue apostando por mantener una línea dura en sus acciones, con atentados como el que se cobró del policía Eduardo Puelles, hasta conseguir la independencia del País Vasco. Precisamente el asesinato del policía ha sido el detonante que ha puesto en pie de guerra al presidente del PNV, Iñigo Urkullu, contra el lehendakari Patxi López. Tras el atentado el socialista dijo que “se acabó la impunidad y la arrogancia de quienes utilizan el argumento del amparo velado de la capucha”. El líder del PNV cree que el discurso genera el descrédito contra la labor que los peneuvistas han realizado en la persecución de ETA. Una persecución que ha dado un nuevo fruto en forma de detención. Los últimos etarras en caer han sido tres presuntos miembros de un comando armado de legales de ETA detenidos en las localidades guipuzcoanas de Astigarraga y Usurbil, a los que se les incautaron más de 75 kilos de explosivo. El juez Baltasar Garzón ordenó el ingreso en prisión de los tres. En el auto del juez se desprende que los etarras pretendían atentar contra las Fuerzas de Seguridad y funcionarios en Irún. El Gobierno y el Ministerio Fiscal descartan por ahora actuar contra la formación II-SP y el dramaturgo Alfonso Sastre por los apoyos a Batasuna y la actitud que han demostrado tras el atentado de ETA contra Eduardo Puelles. Sin embargo, la Fiscalía estudiará la denuncia presentada por el sindicato Manos Limpias, quien considera que Sastre incurrió en delitos de amenazas y colaboración con ETA por el contenido de un artículo de opinión publicado en Gara en el que cita que habrá “tiempos de mucho dolor en lugar de paz” si no se abre una negociación.