FRANCIA
Sarkozy cambia su Gobierno después de un acto parlamentario en Versalles
Por G. Martínez2 min
Internacional25-06-2009
Luis Napoleón se dirigía, en 1848, a los representantes de las cámaras francesas en las dependencias del Palacio de Versalles. Más de 150 años después, Nicolas Sarkozy ha retomado esa tradición monárquica, gracias a una reforma que realizó en la Constitución, para exponer sus nuevas líneas de actuación ante a sus próximos años de mandato.
Las posibles soluciones para salir de la crisis económica fueron el eje de la reunión. Nicolas Sarkozy ha prometido que no va a subir los impuestos, que mediante un préstamo nacional se intentarán reactivar las inversiones públicas y que su Gabinete se reunirá con economistas, intelectuales y expertos para averiguar cuáles son las áreas de producción más rentables del país, y que éstas recibirían aportaciones económicas. Uno de los puntos más polémicos tratado por el presidente francés en su discurso fue una posible prohibición del uso del burka. Sarkozy cree que: "no es un signo religioso, sino de servidumbre" y que no es aceptable dentro de una república de carácter laico como Francia. Si el Gobierno de Sarkozy decidiera prohibir el uso de este tipo de vestimentas, tendría que enfrentarse a una nueva polémica, similar a la causada cuando se prohibió el uso del velo en lugares públicos. El discurso de Sarkozy hacía los representantes del Parlamento y el Senado ha sido considerado por sus opositores como una muestra más del afán de protagonismo del presidente. El diario Libération publicó una caricatura de él subido a un taburete, encima de un trono y la titulaba Nicholas II. Además tanto ecologistas como comunistas se negaron a asistir al acto, y socialistas y partidarios del centro abandonaban Versalles poco después de que lo hiciera el mandatario. Reestructuración profunda del Gobierno francés Tras su victoria en los comicios europeos y la marcha de dos de las figuras más emblemáticas de su Gobierno, Rachida Dati y Michel Barnier, a Bruselas como eurodiputados, Sarkozy, que se encuentra en el ecuador de su legislatura, ha remodelado su Gabinete. Para ello, además de contar con grandes nombres de su partido, Unión para un Movimiento Popular, como Brice Hortefeux, quien asume el Ministerio del Interior, ha requerido a dos personalidades importantes de los partidos de la oposición: Fréderic Mitterrand -sobrino del fallecido presidente socialista François Mitterrand- y Michel Mercier, del partido de centro MoDem. Con la elección de ambos, que Sarkozy justifica como un gesto de la voluntad de apertura de su Gobierno, el presidente francés asesta dos duros golpes a sus contrincantes en la oposición, y adquiere uno de los apellidos más valorados del socialismo y una figura importante del centro galo. Sin embargo, no todos los cambios en el Gobierno han sido bien acogidos. La supresión de la Cartera de Derechos Humanos, al cargo de la secretaria de Estado, Rama Yade, que pasará a ser ministra de Deportes, ha caído como un jarro de agua fría en ciertos sectores franceses, que temen que el ámbito de los Derechos Humanos no goce de la prioridad que se merece.