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BALONMANO

Ciudad Real y Valladolid, campeones europeos

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Deportes31-05-2009

El Ciudad Real conquistó su tercera Liga de Campeones tras remontar en casa el resultado adverso que había cosechado en la ida ante el Kiel alemán. Los manchegos ganaron por seis goles y repitieron el título logrado la campaña pasada. En la Recopa hubo también celebración española, pues el Valladolid alzó el trofeo tras doblegar al Nordhorn.

Liga de Campeones El Ciudad Real completó una épica remontada ante el Kiel, al que derrotó por 33-27 para superar los cinco goles de desventaja de la ida 39-34. Y eso que el inicio no fue nada halagüeño. Las primeras ventajas fueron para los alemanes, con solidez defensiva 6-0 y un Thierry Omeyer espectacular en la portería. La defensa 5-1 no funcionaba en el Ciudad Real y eran las acometidas a la brava las que valían para poner el turbo en el ataque local y con el orgullo por bandera y tumba abierta los locales empataron. Pero en cuanto la defensa manchega adquirió un punto mayor de dureza se cuajó una revolución sobre la pista que benefició a los hombres rápidos del Ciudad Real, como Chema Rodríguez, que lideraba las acometidas locales. Aunque Omeyer se bastaba él solo para detener el ataque local, con lo que se llegó 13-14 al descanso. Los germanos iniciaron la reanudación con mayor intensidad defensiva y se marcharon por 16-20. Pero con la entrada en la entrada de Arpad Sterbik en la meta y la dirección de Chema se igualó todo de nuevo. La defensa local se fue un paso adelante para crear mas dificultad al ataque germano y los cañoneros ciudadrealeños sacaron a relucir su lanzamiento y las distancias comenzaron a crecer en los últimos minutos. Olafur Stefansson, que se despedía esta temporada, anoto el definitivo 33-27, con lo que le daba la tercera Copa de Europa al Ciudad Real, segunda consecutiva contra el Kiel. Recopa El Valladolid sufrió hasta el último segundo para conquistar la Recopa de Europa gracias al mayor número de goles conseguidos fuera de casa. Los castellano-leoneses habían perdido por un solo gol en Eslovenia, pero ganaron por la misma diferencia en casa, aunque recibiendo menos tantos, y ello les otorgó el título. Los nervios se hicieron notar en los primeros compases del partido ya que, si bien los vallisoletanos consiguieron imponer una seria defensa, no estuvieron del todo acertados en ataque. Ninguno de los dos equipos daba su brazo a torcer y, por tanto, no se producían diferencias notables. La máxima renta fue de dos goles para el Valladolid. A partir de ese momento, la igualdad fue la tónica dominante del partido. Hasta que la férrea defensa de los alemanes provocó varias exclusiones en el equipo y eso fue lo que determinó el pequeño despegue del Valladolid que, a falta de dos minutos para que finalizara el primer tiempo, ganaba por cuatro goles. Pero la defensa vallisoletana empezó a hacer aguas por todas partes y el Nordhorn se hizo dueño y señor del juego. El equipo reaccionó cuando el Nordhorn contaba con un gol de ventaja en el minuto 50 y, gracias a José Manuel Sierra y al aumento de la tensión defensiva, volvieron a dar la vuelta al resultado. Los últimos tres minutos fueron una locura de exclusiones y goles que acabó con el Valladolid resistiendo un último ataque desesperado de su rival para llevarse el título.