COREA DEL NORTE
El programa nuclear, la constante amenaza
Por Miguel Martorell2 min
Internacional31-05-2009
Desde que en 2003 abandonara el Tratado de No Proliferación Nuclear, Corea del Norte ha logrado desarrollar con éxito un programa que ha culminado con la obtención de armas nucleares. No ha sido hasta abril de este año cuando la Agencia Internacional de la Energía Atómica ha calificado a Pyongyang como potencia nuclear.
El hecho de que Corea del Norte esté incluida entre los países que conforman el Eje del mal de Estados Unidos muestra la preocupación de este país por el desarrollo nuclear de Pyongyang. Alarma, especialmente, el hecho de que pueda vender componentes clave para el desarrollo nuclear a clientes no deseados. Aunque EE.UU. parece no tener prevista ninguna acción contundente sobre Corea del Norte -igual que la OTAN- los vecinos de Pyongyang ven con preocupación cualquier gesto antipático sobre el país. Por una parte, por las repercusiones económicas, por otro, por los efectos de la posible reacción adversa de Corea del Norte a dichos gestos. Sea como fuere, las armas nucleares de Corea del Norte parecen ser un elemento más de un tira y afloja entre el régimen y la comunidad internacional. De hecho, es la única baza de peso que puede esgrimir Pyongyang en un ambiente internacional claramente hostil hacia sus métodos y funcionamiento. Las sanciones económicas y diplomáticas son la carta que juega la comunidad internacional, que quiere evitar cualquier tipo de acción agresiva con Corea del Norte. Así, el juego entre los dos agentes acaba convirtiéndose en: poder nuclear a cambio de levantar sanciones, ayuda internacional a cambio de desmantelar poder nuclear. El tira y afloja puede extenderse a lo largo del tiempo sin mayor resultado que un pequeño avance antes de un pequeño retroceso. Igual que sucedió en 2006, cuando Corea del Norte realizó su primer ensayo nuclear, tras el último lanzamiento de misiles la OTAN ha anunciado nuevas sanciones, pese a que las adoptadas hace tres años han caído en saco roto. El último ensayo nuclear de Pyongyang ha servido para aumentar la tensión con su vecino de Corea del Sur, después de que en los últimos años se vieran tímidos pasos hacia la normalización de relaciones. Seúl, igual que EE.UU. está en estado de alerta y moviliza sus tropas ante cualquier movimiento al otro lado de la frontera.