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COREA DEL NORTE

Corea del Norte prueba su armamento y desafía a la Comunidad Internacional

Fotografía
Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Internacional30-05-2009

Corea del Norte volvió a desafiar la semana pasada a la Comunidad Internacional con un ensayo nuclear que, según el régimen norcoreano, fue todo un éxito. La capacidad militar de Pyongyang quedó demostrada ya que, además, lanzó varios misiles de corto alcance. Corea del Sur y Estados Unidos han elevado sus niveles de alerta ante lo ocurrido.

El hermético régimen comunista de Corea del Norte demostró que tiene capacidad para desarrollar su plan atómico. La semana pasada consiguió que su segunda prueba nuclear (la primera fue en 2006) terminara con éxito y fuera anunciada a bombo y platillo por los medios de comunicación. La publicidad en estos asuntos es fundamental porque lo que se quiere mostrar al mundo es la potencia bélica de Pyongyang, principalmente en el terreno disuasorio. De todos modos, un hecho de esas características no se puede ocultar ya que el test fue subterráneo y a los pocos minutos los sismógrafos de todo el planeta ya estaban registrando un terremoto que se aproximaba a los cinco grados en la escala de Richter. A pesar de la repercusión internacional, el Gobierno encabezado por Kim Jong-il quiso ir más allá y posteriormente lanzó numerosos misiles de corto alcance. También, amenazó con más ensayos balísticos e incluso con una operación militar sobre Corea del Sur si recibía las condenas y sanciones internacionales. Los acontecimientos han obligado a Corea del Sur y a Estados Unidos a elevar sus niveles de alerta. Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra desde el conflicto civil que asoló la península coreana y que finalizó con un armisticio en 1953. Desde esa fecha, Corea del Norte y Corea del Sur han ido por caminos muy distintos: el Norte apostó por una dictadura comunista (por el momento hereditaria) que ha llevado la miseria a la población norcoreana; y el Sur se decantó por la democracia y el libre mercado, que han logrado gran prosperidad para los habitantes surcoreanos. A pesar del revuelo provocado por Corea del Norte, no es la primera vez que Kim hace algo parecido. Su estrategia hasta la fecha ha sido la de tensar la cuerda casi hasta el punto de romperla para conseguir ayudas que le permitan sostener el régimen durante el mayor tiempo posible. Una vez obtenidas, se da marcha atrás hasta que vuelvan a ser necesarias. A todo ello, hay que añadir que Estados Unidos tiene un nuevo presidente y Corea del Norte quiere hacerse notar ante la Administración Obama. De momento, lo ha conseguido y es el centro de atención.