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ARTE

Los jardines de Monet abren sus puertas al público

Por Tamara García MartínezTiempo de lectura1 min
Cultura02-04-2009

El jardín del padre del impresionismo, Claude Monet, abre de nuevo sus puertas. El paisaje se extiende a lo largo de dos hectáreas, divididas por una carretera. A pesar de sus muchas obras pictóricas, Monet es esta obra paisajística la que durante 43 años mostró con más orgullo.

Los jardines, diseñados por el propio artista responden a una clara vocación paisajística del pintor y destilan una fuerte inspiración japonesa, como muestra el puente sobre el estanque de nenúfares, representado en varias telas, así como plantas de bambú y almendros en flor. Se aprecia una fuerte influencia oriental, debido al gran interés que las estampas japonesas tuvieron para los impresionistas. Desde 1870, Monet adquirió hasta 211 estampas japonesas, algunas de ellas de Utamaro, de Hokusai y de Hiroshige, que ahora forman parte de la extensa colección que se puede ver en su casa de Giverny. El artista supervisaba diariamente el trabajo de los jardineros que, entre sus cometidos, tenían el de limpiar cada día todos los nenúfares del estanque que inmortalizó en la obra Nympheas. Y tenían que hacerlo antes de que se despertara el pintor. Para abrir todo esto al público, se tuvo que hacer una gran esfuerzo de renovación tanto del jardín como de la casa para que, a partir de su inauguración en 1980, los visitantes pudieran observar cómo era el taller, el dormitorio o el comedor. Sin embargo, la casa no tiene en sus paredes ningún lienzo del artista que, en su mayoría se encuentran en el Museo Marmottan. Eso se debe a que, de haber cuadros, habría que “aumentar la seguridad” del complejo museístico de este pueblo normando de 520 habitantes, señaló el presidente de la Fundación Monet y académico, Hugues R. Gall. En la actualidad más de una decena de profesionales cuidan el jardín que diseñó el artista, junto a un invernadero en el que se reproducen las plantas que escogió Monet para su floresta.