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CIENCIA

Encuentran en Atapuerca el cráneo deforme de un niño de hace 530.000 años

Por Luis A. LópezTiempo de lectura1 min
Sociedad05-04-2009

Un equipo de paleontólogos del complejo de Atapuerca (Burgos) ha identificado en la Sima de los Huesos un cráneo infantil, de entre cinco y doce años, que presenta según los expertos "una rara patología craneal derivada de la fusión prematura de las suturas de esta caja ósea". Esta enfermedad, que afecta a día de hoy a menos de seis individuos de cada 200.000 nacidos, está deliberando si la persona que la padeció fue un niño o una niña, según indica un estudio de la prestigiosa revista científica PNAS, la cual también señala que, en este caso, la patología se trata de un tipo de "craniosinostosis".

Algunos miembros del Departamento de Evolución y Comportamiento Humano de la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, como Ana Gracia, Juan Luis Arsuaga o Ignacio Martínez, son los responsables del anuncio público de este hallazgo. Junto a otros compañeros, han logrado excavar, recuperar y reconstruir numerosos fragmentos de un cráneo que, según afirman, "presenta una alteración de más de 530.000 años, procedente de la Sima de los Huesos". El "cráneo 14", tal y como ya ha pasado a catalogarse, muestra un aspecto deformado y torsionado que ha llevado a pensar a los expertos que "esta circunstancia debió producirse porque el feto sufrió algún tipo de traumatismo en el útero durante -posiblemente- el tercer trimestre de gestación". En estos casos en los que se producen anomalías, lo normal es que se originen una serie de fusiones y uniones que sometan al cerebro a una presión para hacerle creer que va en la dirección correcta de formación, cuando en realidad este hecho puede producir un retraso psicomotor en el desarrollo del individuo. Aunque una de las cosas que más ha llamado la atención de estos profesionales, es que la supervivencia de este individuo hasta el final de la niñez constituye una prueba evidente de que estos homínidos, de la población de Homo Heidelbergensis, no discriminaban a los bebés nacidos con patologías congénitas. Buen ejemplo podría tomar la sociedad de nuestros días de estos homínidos prehistóricos, quienes podrían considerarse sin lugar a dudas, y pese a sus limitaciones, los precursores del derecho a la vida.