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TELEVISIÓN-PUBLICIDAD

La televisión pública francesa se queda sin publicidad

Por Rafael GarcíaTiempo de lectura2 min
Comunicación12-01-2009

Francia ha dado el visto bueno al Plan Sarkozy que propone la supresión de la publicidad en las cadenas de televisión públicas francesas con el fin de fomentar una televisión de calidad. Este plan podría, en algún momento, llegar a España donde se debate si RTVE debería financiarse sólo con dinero del Estado o por medio de un canon y no a través de los ingresos publicitarios.

El presidente del gobierno francés, Nicolás Sarkozy, puso en marcha el pasado 5 de enero el “Plan Sarkozy” con el que elimina los espacios publicitarios que están entre la 20:00 horas hasta las 6:00 horas de las cadenas que forman France Telévision, la televisión pública francesa. Este plan se propuso en diciembre del año pasado, cuando el presidente francés y los sindicatos de los medios de comunicación se reunieron en la Asamblea Nacional y estuvieron hablando sobre la puesta en marcha el mismo en un debate que duró 80 horas y que se resolvió adoptando el plan que propuso Nicolás Sakozy. El Plan del presidente francés propone, de manera progresiva, que se elimine la publicidad en las cadenas públicas para fomentar una televisión de calidad. En lo que se refiere al mundo audiovisual, el hecho de que no haya publicidad en la televisión es algo increíble y que no se recordaba desde antes del 1 de octubre de 1968, fecha en la que la Oficina de Radiodifusión-Televisión Francesa (ORTF) emitió su primer ¬spot¬ marcando así el inicio de los anuncios en las televisiones públicas. Si todo sigue su curso, a finales de 2011 y coincidiendo con el apagón analógico, los franceses no volverán a ver anuncios en las cadenas públicas durante todo el tiempo de emisión, algo que Sarkozy calificó de “verdadera revolución cultural en el servicio público de televisión”. Aunque se queden sin el apoyo de publicidad para poder salir adelante, el Estado se ha comprometido a destinar 3.000 millones de euros a las cadenas públicas en los próximos tres años, de los cuales 450 millones de euros servirán para compensar la supresión de la publicidad de 2009 a 2011, tal y como prometió la ministra de Cultura y Comunicación del país, Christine Albanel. Sin embargo, una televisión sin anuncios implica modificar la programación y sus horarios, retrasándolos de 10 hasta 15 minutos tanto en las televisiones públicas como privadas. Decía Rodolphe Belmer, director general de la primera cadena de televisión de pago, que “la cuestión es saber si la gente va a modificar su modo de vida”. Aunque esto sólo ocurre, de momento en Francia, es posible que España pueda adoptar las medidas de este plan para solventar la crisis en los medios de comunicación y solucionar el problema de la publicidad en las públicas.