SALUD
Descubren los genes de la gripe de 1918, la más devastadora
Por Paula López3 min
Sociedad04-01-2009
El invierno es la época en la que aparecen más enfermos de gripe. En España, sus casos se han duplicado en las últimas semanas y, según datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III, del 21 al 27 de diciembre se registraron 148,18 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 70,48 de la misma semana en noviembre.
Este brote de gripe ha afectado sobre todo al centro y el norte peninsular y se debe, sobre todo, a la ola de frío que se vivió en el mes de diciembre, ya que este virus está condicionado por las bajas temperaturas. El año que acaba de terminar no fue tan virulento como otros anteriores, la media de casos (150 por cada 1.000 habitantes) está muy lejos de las cifras alcanzadas entre los años 2000 y 2005 (600 casos por cada 1.000 habitantes). Los niños son los que más sufren estos brotes y, en muchos países se vacuna sistemáticamente a la población de entre seis meses y dieciocho años de edad, como en Estados Unidos, sin embargo, en Europa es diferente, sólo en Finlandia se recomienda la vacunación en un niño sano, aunque se prevé que esto cambie y se espera que muchos otros países hagan lo mismo en los próximos años, ya que el sobreuso de los antibióticos los está haciendo cada vez menos efectivos: Sanidad ha advertido ya sobre la falta de efectividad de estos antibióticos. El virus de la gripe actual, la que ha sufrido alguna vez la mayor parte de la población, afecta a las vías respiratorias, la boca, la garganta y la nariz. Pero no todas las gripes han sido siempre iguales. La gripe de 1918 y los avances En 1918 y 1919, un virus llamado "gripe española" provocó entre 50 y 100 millones de muertes en todo el mundo. Es la pandemia más perjudicial que se conoce: en 25 semanas de brote murieron más personas por esta gripe que en 25 años de sida. En España las víctimas mortales fueron alrededor de 300.000. La neumonía era la causa principal de la muerte en estas víctimas, la infección llegaba a los pulmones provocando el trágico final. Las autopsias revelaron pulmones llenos de líquido y con graves hemorragias. A pesar de las críticas por la posible falta de seguridad del proyecto (podría provocar la nueva propagación del virus en una fuga), en 2005 un equipo de investigadores norteamericanos y japoneses coordinados a través de las Universidades de Wisconsin, Tokyo y Kobe lograron reconstruir el virus, llamado H1N1, recuperando los tejidos congelados de estas víctimas. Tras numerosas pruebas, lo que han conseguido ahora ha sido descubrir la combinación de tres genes que provocaban los efectos de la gripe de 1918: PA, PB1 y PB2. La actual gripe aviar mantiene actualmente en alerta a los científicos. Su preocupación ahora es llegar a tiempo ante una posible propagación de este tipo de gripe que si se extiende puede llegar a tener consecuencias tan devastadoras como las de 1918. Desde su descubrimiento en 2003, el virus de la gripe aviar, ha matado a 247 de las 391 personas infectadas en Asia, Europa y África. Este virus sólo se contagia con el contacto de aves infectadas pero el miedo es que el virus sufra una mutación y se llegue a contagiar entre las personas, de ser así, las víctimas podrían llegar a ser millones. El Ministerio de Sanidad y Consumo recomienda la vacuna antigripal a los mayores de 65 años de edad, a los profesionales de sanidad y a otros grupos de riesgo como embarazadas. Además, recomiendan evitar su trasmisión con el gesto de taparse la boca al toser y al estornudar y lavarse las manos con asiduidad. Descansar e ingerir muchos líquidos, como zumos y agua.