CELEBRACIÓN
EL concierto de Fin de Año rinde un homenaje a la paz y justicia
Por Patrizia Tenorio2 min
Cultura01-01-2009
El maestro argentino-israelí Daniel Barenboim dirigió con maestría, humor y un mensaje de Paz, el concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena. Así, el pianista y director, nacido en Buenos Aires y con pasaportes de Argentina, Israel, España y Palestina, dirige por primera vez la celebración musical que desde la Sala Dorada del Musikverein en Viena se televisó a 71 países y fue retransmitido por más de 300 emisoras de radio.
El concierto de la filarmónica de Viena se ha convertido en el mas escuchado del planeta, a pesar de haber nacido en la oscuridad de una época de terror bajo el régimen nazi de Adolf Hitler, en 1939. En aquella época, el horror nazi hizo que en la orquesta no quedara ningún músico de origen judío. El evento nació tras la anexión de Austria por la Alemania nazi, donde la Filarmónica llevó a cabo la llamada "limpieza" o "arización", pues ninguno de sus integrantes podía tener origen judío. Fue el 31 de diciembre del mismo año cuando tuvo lugar el primer "Concierto de los Strauss" que se convertiría luego en el célebre y prestigioso evento, que hoy cualquier director de primera categoría estaría encantado de poder dirigir. El afortunado este año ha sido el maestro argentino-israelí Daniel Barenboim, que, debido a sus orígenes y tras las repetidas ofensivas en Gaza, lanzó un mensaje de relevada importancia, un llamamiento a la Paz dirigido al conflicto en Oriente Medio. En los días previos al concierto, Barenboim declaró a la prensa su crítica y rechazo a la actual estrategia de violencia del Gobierno israelí en los ataques a la Franja de Gaza y después publicó un comunicado en el que precisó su postura. "Para mí es un gran honor dirigir este concierto. Las razones por son exclusivamente musicales", había precisado ya previamente en a la televisión pública austriaca ORF el famoso maestro. Este año, los 1.750 espectadores en la Sala Dorada del Musikverein agradecieron con euforia el afán de sorpresa en el debut de Daniel Barenboim en la dirección de la orquesta, así como el buen humor derrochado por el director. "La Filarmónica de Viena y yo les deseamos Feliz Año Nuevo", dijo Barenboim en alemán, después de expresar en inglés su deseo de que 2009 sea un año de paz, y antes de interpretar la segunda y clásica propina: El Danubio Azul, del Rey del Vals. Sólo el Cuentos (de hadas) de Oriente evocó en el Musikverein la estrecha vinculación de Barenboim a la región de Oriente Medio: el vals de Johann Strauss fue elegido para este programa porque los filarmónicos quisieron incluir piezas que aludan a la biografía del director, con el que les une veinte años de cooperación. En la segunda parte, Barenboim consiguió una reinvención del Vals español, una de las piezas inéditas en este certamen que la orquesta quiso añadir al programa por su relación con España. Asimismo, de las 18 obras que sonaron en Viena, también se destacó la polca Alejandrina. La marcha de Radetzky cerró este evento, como cada año, acompañado de las rítmicas palmadas del público. La venta de entradas para el próximo Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica en la Sala Dorada del Musikverein en el 2010 ya ha comenzado, ya que debido a la gran demanda, las entradas se rifan al inicio de cada año, y sus precios oscilan entre los 25 y 940 euros.