BALONCESTO
Las reinas son valencianas
Por Miryam Briz
2 min
Deportes13-01-2002
El equipo valenciano del Ros Casares Godella se impuso en la final al Yaya María Breogán para coronarse campeón de la Copa de la Reina. Las jugadoras que entrena Esteban Albert dominaron el juego y el marcador con claridad desde el segundo cuarto, a pesar de los problemas con su juego interior.
El primer cuarto comenzó muy igualado, con ambos equipos dominando la zona defensiva, aunque con distinto planteamiento. Las valencianas buscaron un ritmo rápido y jugaron al contraataque cuando podían, apoyadas en el gran momento de la base Shannon Johnson y la alero internacional Amaya Valdemoro. En cambio, las lucenses, aunque con más centímetros, buscaban más la rapidez de sus jugadoras exteriores. El resultado del primer cuarto fue de 18-22, y aunque la tónica se mantuvo, el mayor acierto anotador de las jugadoras del Ros Casares llevó al descanso un marcador con las primeras diferencias importantes: 29-40. La baja de la pívot Murriel Page, sancionada por el altercado que tuvo con la jugadora del Celta Razija Brcaninovic en la semifinal, era notable, porque las jugadoras altas tuvieron problemas con las faltas personales; aun así, el Godella siguió dominado gracias a las penetraciones de Amaya Valdemoro, mientras que el Yaya María sacaba fuerzas de flaqueza para no dejar escapar a su contrincante. La presión del Breogán y la búsqueda de la superioridad en el juego interior, en el que destacó la italiana Pollini, amenazaron con agobiar a las valencianas, pero éstas supieron aprovechar la precipitación de las gallegas en el último cuarto para vencer por 76-57. Aún así la victoria fue para las valencianas que acusaban el desgaste físico de tres partidos consecutivos: el primero contra el débil Linares (66-93) y el segundo, la auténtica final anticipada, contra el Celta Banco Simeón. Un duelo en toda regla y un auténtico espectáculo: Johnson se impuso a Laura Grande en la dirección, del duelo entre Page y Brcaninovic saltaron chispas… Los malos porcentajes de tiro del Celta (no anotó ningún triple) y los riesgos que asumió el Ros Casares para defender con ayudas a las jugadoras altas del Celta, para compensar su teórica inferioridad y contraatacar decidieron el partido del lado valenciano por 62-45.