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ESPAÑA-EE.UU.

Zapatero prepara el terreno para una buena relación con Obama

Por Esteban del PozoTiempo de lectura2 min
España20-11-2008

El arte del cortejo a una mujer o a un hombre es muy variado y personal. Uno de los recursos más utilizados es primero allanar el camino diciendo una serie de piropos que agradan y ruborizan a la otra persona, en esta etapa también pueden intervenir algunos amigos dejando claras las intenciones de uno. Esta misma situación parece que están viviendo el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el nuevo mandatario de Estados Unidos, Barak Obama. Ninguno de los dos líderes políticos están atravesando problemas matrimoniales pero si que desean entenderse y cambiar el rumbo de la política exterior que habían mantenido sus respectivas naciones hasta hoy.

Zapatero, después de admitir la crisis económica con todas sus consecuencias dedicó mayor importancia a las políticas comunes para salir de la situación. Además, la trascendencia de tener buenas relaciones con países claves como Francia, Alemania, Inglaterra y EEUU es de suma relevancia para seguir acudiendo a las reuniones del G-8 y G-20 en las que se busca “redefinir el capitalismo”. A Obama le sucede algo parecido. El dirigente norteamericano ha sentido como la imagen de EEUU se ha visto seriamente dañada por su política exterior de aislamiento de las potencias que no le apoyaban y por una visión bélica como solución a los conflictos como en Iraq. Parece que el inquilino de la Moncloa y el nuevo habitante de la Casa Blanca están condenados a entenderse. Los guiños entre las dos diplomacias vienen de lejos. Después de la victoria de Obama en las primarias, el portavoz socialista, José Blanco, afirmó que su candidato favorito era Barak Obama pero que no había comentado nada para no “influir” en las elecciones a líder demócrata. El gesto fue respondido por el ya candidato demócrata en su primer debate con al aspirante republicano. Allí puso de ejemplo la marginación que había sufrido España por parte del gobierno Bush como símbolo de la dureza de la anterior política exterior americana. Este detalle fue muy aplaudido por todo el socialismo español. Al día siguiente Zapatero agradeció la "consideración" que ha mostrado Obama hacia España al destacar la condición de países amigos y aliados. "Somos amigos de EEUU, igual que somos amigos de la paz", afirmó el líder del Ejecutivo español. A partir de aquí las buenas palabras hacía Obama han sido muchas. La Secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, afirmó que “Zapatero y Obama iban a ser grandes aliados” porque “los principios y los valores” de ambos favorecerán el “acercamiento”. También consideró la dirigente socialista que se vivirá “un nuevo tiempo”, en el que la agenda del presidente de los EE.UU., será “mucho más equilibrada”. Además se refirió a los compromisos formulados por el presidente electo de los EE.UU. como el cierre de la prisión de Guantánamo y la retirada de las tropas de Iraq, medidas que serán “una gran noticia para la humanidad”, declaró Leire Pajín. Después de la victoria electoral Obama conversó telefónicamente con Zapatero. En ella, los dos expresaron un "deseo recíproco" de mantener una reunión, aunque todavía no está acordada la fecha. El presidente electo estadounidense reconoció ayer "expresamente" la importancia de España en el sistema financiero internacional como octava potencia económica. Por su parte, el presidente español afirmó que "España y Estados Unidos comparten muchas cosas. Comparten intereses, principios y están llamados a trabajar juntos" además, Zapatero auguró una etapa esperanzadora" aunque "no exenta de graves dificultades, especialmente por la situación económica".