JUVENTUD
Algunas ciudades españolas ofrecen ocio nocturno con valores positivos
Por Paula López2 min
Sociedad23-11-2008
El fenómeno actual del botellón está causando muchos disgustos en las diferentes ciudades españolas. Destrozos en el mobiliario urbano, suciedad y ruido son algunas de las protestas de la gente que vive zonas vecinas a donde se realizan los botellones.
El Gobierno ha intentado solucionar el problema creando la “ley anti botellón”, titulada Ley de Potestades Administrativas en Materia de Actividades y Ocio en Espacios Abiertos. Esta ley otorga cobertura legal a los ayuntamientos para regular el ocio en la calle mediante la prohibición de concentraciones en la vía pública en las que se beba, a excepción de en las zonas establecidas por los propios ayuntamientos. Esta, junto con otras medidas, podrían ir mermando este tipo de reuniones si se alternasen con algún tipo de programa de ocio juvenil nocturno. Algunas de las medidas podrían ser, aparte del cumplimiento de la ley, la protección especial de las zonas cercanas a centros sanitarios, castigar el arrojo de bebidas y envases y orinar en la vía pública, la prohibición de venta de alcohol fuera de un horario o las sanciones a los locales que sirvan copas para su consumo en el exterior del recinto. En los últimos años, los ayuntamientos de muchas ciudades españolas han desarrollado diferentes programas de ocio alternativo nocturno con el fin de apartar a los jóvenes del consumo de alcohol y drogas. Estos programas abarcan todo tipo de actividades: cursillos, conciertos y fiestas sin alcohol. Se suelen celebrar en centros culturales adjuntos a los ayuntamientos y su coste es mínimo, suelen ser gratis o no sobrepasan los 10 euros (los cursillos). Además, en estas actividades los jóvenes también se relacionan con gente nueva y fomentan la amistad y solidaridad. Algunos ejemplos de ciudades que han adoptado esta nueva forma de ocio nocturno han sido Madrid, Valencia o Bilbao. El Ayuntamiento de Madrid lleva cinco años organizando el programa llamado “La tarde y la noche + joven”, dirigido a jóvenes de entre 12 y 18 años con actividades como karaokes, juegos, cursos… En Valencia cada fin de semana se desarrolla el programa “A la luna de Valencia”, repartido en cuatro centros de la ciudad donde los jóvenes asisten a cursos gratuitos de diferentes actividades, y en Bilbao siete centros de la ciudad organizan este tipo de ocio. A pesar de que poco a poco va teniendo una mayor acogida entre los jóvenes, el problema de estas actividades de ocio nocturno alternativo es la falta de publicidad que tiene. Los expertos consideran que una buena campaña publicitaria, con el empleo de adecuados medios artísticos y audiovisuales, venderían estas propuestas de manera más atractiva y acapararía a más jóvenes.