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INFANCIA

Los derechos de los niños son vulnerados en la mayor parte de los países

Por Leticia PradoTiempo de lectura2 min
Sociedad20-11-2008

En 1989, la mayor parte de los países firmaban un acuerdo por el que se comprometían a la consecución de una serie de estos y otros principios en defensa de la infancia. Actualmente, los expertos no hacen un balance demasiado positivo: los datos demuestran que estos códigos, aunque reconocidos, aún son vulnerados en gran parte del mundo.

La Real Academia Española (RAE) define infancia como el “período de la vida humana desde que se nace hasta la pubertad”. Los expertos consideran esta etapa como una de las más importantes del hombre: todas las experiencias vividas le marcarán para el resto de su existencia. Por tanto, la atención y la protección de este sector de la población es imprescindible para una correcta formación y, según afirma Unicef, una de las medidas de progreso de todas las naciones. Estas razones son las que llevaron en 1959 a la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño y, 30 años después, al reconocimiento efectivo de la mayor parte de los países de todo el mundo en la Convención de Derechos. La no discriminación, la dedicación al interés superior del niño, el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, y el respeto a sus puntos de vista, son los principios fundamentales adoptados en ese acuerdo. Los datos de diferentes estudios elaborados por Unicef, la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestran la realidad de la sociedad mundial. Aunque estos derechos deberían de estar asegurados en todos los países, diferentes problemas hacen que se vulneren de manera constante. En los países pobres, la educación, el derecho a la vida o la sanidad son los ejemplos más claros de principios violados. Más de 200 millones de niños trabajan en el mundo en condiciones peligrosas, 70 millones no acuden a la escuela y 27.000 menores de cinco años mueren cada día por causas fácilmente evitables. Además, el incremento de la participación de los llamados niños soldado en los conflictos armados, la desnutrición (20 millones de menores de cinco años), el maltrato y los abusos sexuales alargan la lista de ataques constantes a la Declaración de Derechos. Pero no sólo las naciones en vías de desarrollo están lejos de cumplir con la consecución de estos principios fundamentales. Que un país sea rico no significa necesariamente un mayor bienestar infantil. En el caso de España, además de indicadores como la pobreza, la discriminación o el abuso, aparecen otros rasgos que dificultan la garantía de los derechos del niño. Las necesidades básicas como la educación o la sanidad están cubiertas casi por completo. Pero, los últimos datos recogidos en La encuesta de Infancia en España 2008 demuestran faltas más significativas como la soledad, la ausencia de diálogo con sus progenitores, la dependencia de los videojuegos, el teléfono móvil o la televisión, y la violencia tanto en las aulas como en el propio hogar. La situación hace evidente que las naciones aún deben emplear un gran esfuerzo en la defensa de estos principios universales. Además, están muy lejos de cumplir con los Objetivos de la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas, pues seis de estos ocho propósitos están íntimamente ligados con la infancia.