AMÉRICA LATINA
Mercosur llama política de la vergüenza a la nueva directiva de la UE
Por Iara Mantiñán2 min
Internacional06-07-2008
Cerca de 500.000 inmigrantes ilegales croatas entraron el año pasado en Portugal, dónde el Gobierno no tuvo más remedio que legalizarlos debido a la crisis económica que sufrió el país, éstos inmigrantes, ya legalizados, se movilizaron hasta España, siendo actualmente ciudadanos portugueses ilegales en España.
Este tipo de desequilibrios caóticos en el sistema de la Unión se deben evitar con la construcción de una política migratoria común que ponga orden en el fenómeno de la inmigración. Esta fue la tesis que el abogado portugués António Vitorino, ex comisario europeo de Justicia e Interior, defendió en San Sebastián, en el curso de verano Periodismo internacional: el papel de Europa en un mundo polarizado, organizado por la UPV y la Escuela de Periodismo de El País, y en donde impartió una conferencia titulada La ciudadanía europea y las migraciones: la mirada al otro. Para el ponente, la necesidad de la polémica directiva de la UE sobre retorno de inmigrantes irregulares es por "dos razones fundamentales". Por un lado, está de acuerdo con el objetivo de crear "una plataforma común sobre las políticas de reenvío". Y además, comparte el reconocimiento de que, dentro de la política de emigración, "el reenvío es uno de los puntos más débiles de implementación práctica por parte de los estados miembros". Directiva de la vergüenza En contra de opiniones como la del comisario hay un gran sector que critica la nueva directiva europea, ya que criminaliza al inmigrante por el mero hecho de serlo. Y es que, tras su referendo definitivo el próximo mes de julio y con un plazo de hasta dos años para que cada país miembro lo adapte a su respectiva legislación, esta directiva permitirá la detención de aquellos inmigrantes que carezcan de papeles con una orden administrativa. Así queda recogido en el artículo 14, párrafo 2, que postula que “las decisiones de internamiento temporal serán tomadas por las autoridades judiciales, pero en caso de urgencia podrán ser tomadas por las administrativas”. Uno de los puntos más problemáticos en esta directiva es la consideración de ciertos colectivos de inmigrantes más desfavorecidos tales como menores, enfermos o personas cuya vida corre serio riesgo en el caso de retorno a su país. Menores de 18 años no acompañados podrán ser repatriados, incluso a países donde no tengan ni tutor ni familia, por lo que pone en entredicho el “interés superior del menor” recogida en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en 1989. Las reacciones de América Latina han sido de diversa índole. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, autor del bautizo “directiva de la vergüenza” declaró que “viola el derecho de la libre circulación y equipara los afectados con criminales” “¿Qué habría pasado si América Latina hubiera adoptado esa directiva con los españoles que tuvieran que salir forzosamente de su país? Para tranquilizar estas tensiones, el Gobierno español ha sacado una propuesta de ley en la que permite a los inmigrantes legales que lleven cinco años residiendo en España, votar en las municipales.