MÚSICA
Arranca con éxito el festival más grande y variopinto del mundo
Por Alejandra Linares-Rivas3 min
Espectáculos28-06-2008
El gran evento musical del año ya ha llegado al ecuador de su cita. El primer fin de semana del Rock in Rio de Madrid se cierra con un distintivo: la diversidad. Si por algo se suelen caracterizar los festivales es por aglutinar a grandes figuras musicales que siguen un determinado estilo, y por atraer a un perfil de público concreto. Esta cita, pese a que su nombre indica que los invitados se alinean en las filas del rock, cuenta con la representación de numerosos estilos, y con asistentes de todas las edades y gustos.
Los mayoritariamente jóvenes seguidores de El Canto del Loco y Tokio Hotel coincidieron en la sexta edición del festival, en Arganda del Rey, con los más creciditos fans de Neil Young, Manolo García y Loquillo. El público, que en la mayoría de los casos se lanza a comprar las entradas por ver a uno solo de los artistas, tiene la oportunidad de ver hasta 13 conciertos en un día, algunos de ellos celebrados simultáneamente. Quienes acudieron a la jornada de apertura del viernes 27 de junio pudieron disfrutar, en el escenario principal, tras una ópera inaugural de Jesús Yanes, de una Alanis Morrissette que no defraudó a los escasos pero variopintos asistentes al cantar sus ya clásicos temas Ironic, You Learn, You Oughta Know, entre otros. Le sucedió en el Escenario Mundo el hawaiano Jack Johnson, que con sus tranquilos Flake, Bubble toes o Fortunate fool entonó la noche con un ambiente bien diferente al baile y desenfreno que acostumbran los asiduos a los festivales. El producto nacional también se dejó notar y tuvo gran éxito entre los nostálgicos del tupé. En otra tarima, el Hot Stage, Loquillo se dirigía a sus fieles de los años 80, en tanto que, más tarde, Manolo García se hacía con el público en el escenario más importante. Neil Young coronó la primera noche en Arganda con una actuación cargada de entusiasmo en la que deleitó con Cinnamon Girl, Mother Earth y Spirit Road, pero dejó ver que, pese a las ganas, los años no perdonan, y las fuerzas no son las mismas. Algo más energético saltó David Guetta al escenario electrónico, que compartió con Superlush DJs, Goldfish Live, Sarah Main y Wally Lopez. La afluencia del viernes, en que la capacidad del recinto estaba a la mitad, se vio compensada por la del sábado, jornada que contaba con menos artistas, pero un público muy diferente, dispuesto a pasar calor y disfrutar la música brasileña, indie y pop en su día libre. Evocando el ambiente de Salvador de Bahía en los carnavales, Ivete Sangalo abrió el Escenario Mundo a ritmo de samba, capoeira y lambada y, a golpe de cadera, hizo las delicias de los recién llegados. La noche se presagiaba mucho más animada y agotadora que la inauguración. Tras ella, su compatriota, el mítico Carlinhos Brown, que, muy futbolero, lució bandera carioca y camiseta de la selección española. La juventud, vibró después con Tokio Hotel, la banda alemana de recién llegados que arrasa entre los adolescentes, y por último, con El Canto del Loco. El conjunto liderado por Dani Martín que, desde hace poco ya no cuenta con su batería de siempre, cerró el primer fin de semana de esta serie de conciertos, aunque la zona de música electrónica continuó abierta hasta altas horas de la madrugada, de la mano de Cristian Varela, Carl Cox, Loco Dice y Elio Riso. Pero otro de los platos fuertes del día fue la actuación de los suecos Mando Diao, uno de los grupos indie en la cresta de la ola, que compartió el Hot Stage con los españoles Ragdog y Standard. El colofón del festival más grande jamás celebrado en España, lo pondrán artistas de la talla de The Police, Lenny Kravitz, Amy Winehouse, Shakira, Stereophonics, Alejandro Sanz, Estopa... Un muy mezclado y sorprendente cartel que defrauda a algunos por la escasa solidez de ciertos músicos, pero que tendrá la virtud de reunir a un público más diverso y habitualmente nada asiduo a estas macro celebraciones por una buena causa: la protección del medio ambiente.