CRISIS PP
El partido pide a Rajoy que desvele ya su equipo tras la marcha de Acebes
Por Raquel Rodrigo
4 min
España10-05-2008
El PP no pasa por su mejor momento, eso hace tiempo que se sabe. No obstante, no ha sido hasta ahora cuando el líder del partido, Mariano Rajoy, lo ha reconocido.
Por primera vez, el líder del PP ha confirmado lo evidente: hay crisis en el PP. Desde su fracaso electoral, las cosas no han ido bien en el seno del partido. Las peleas con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, han marcado la actividad de la formación en los últimos meses, sobre todo a raíz de la invitación indirecta que Rajoy le hizo a ésta para abandonar el partido. El dirigente popular reconoció que el partido pasa por una situación “difícil”, pero quiso lanzar un “mensaje de tranquilidad”, afirmando que “el PP y su dirección han demostrado que saben sobreponerse a circunstancias difíciles y volverá a hacerlo”. “Lo único que tengo que decir a todas las personas que han votado al PP y a todos los militantes del partido es que, efectivamente, es un momento difícil pero que las cosas las haremos con sentido común y con sensatez”, añadió. El secretario general del PP, Ángel Acebes, y el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, ambos, con una semana de diferencia, anunciaron su dimisión de la dirección del partido uno y de la política el otro. Esto motivó que Mariano Rajoy se vieses obligado a definir ya cuál iba a ser su nuevo equipo. Varios dirigentes del Partido Popular le pidieron que lo desvelase cuanto antes, así como quién será el sustituto de Acebes. El motivo de la presión es, dicen, “evitar especulaciones” y “calmar las aguas”, para transmitir seguridad a los afiliados y altos cargos antes del congreso de junio Uno de los primeros en pronunciarse al respecto fue el portavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui. Afirmó haberle pedido a Rajoy que diera a conocer los nombres de las personas que van a estar a su lado. Es partidario de hacer frente a la crisis con “transiciones suaves” porque “no se puede cortar la cabeza a todo el mundo”. Añadió que “no hay nada que en un país escandalice más que la desunión en los partidos, no hay nada que castigue más el electorado que la desunión en los partidos”. Criticó que las “ambiciones personales” de los políticos deben quedar en “último lugar”, porque “demasiadas veces, demasiada gente, pone sus intereses personales por delante del interés general. Los candidatos son importantes, pero las siglas lo son mucho más. Alguno se pone estupendo, esos que dicen yo soy muy importante, que se presenten con sus siglas a ver qué es lo que sacan. Porque el PP es lo que tira”. SUSTITUTO DE ACEBES Las apuestas para el sustituto de Acebes van desde el actual Alcalde de Madrid, Alberto Ruíz-Gallardón hasta el cabeza de lista del PP por Valencia Esteban González Pons, aunque todo apunta a que éste ocuparía la portavocía del partido. De él ha dicho Mariano Rajoy que pretende tenerle en Madrid, “sentado por allí ayudándome”. A pesar del misterio, el círculo del líder del PP afirmó que ya está decidido quién será el futuro secretario general y el portavoz, aunque los implicados no lo saben aún. En la crisis interna, no podía faltar la preocupación del que fue líder del PP durante muchos años, el ex presidente del Gobierno José María Aznar. Con gran discreción asesora desde lejos, pidiendo a todos los que van a verle que “no caigan en maniobras ni conspiraciones y que ayuden al líder de los populares”. Su actitud se resume como oír, ver y callar: “tiene la boca sellada, pero los ojos como platos y los oídos muy atentos”. Dirigentes del PP como Jaime Mayor Oreja, Eduardo Zaplana o Javier Arenas fueron a verle para darles su opinión sobre el presente y el futuro del partido, y todo lo que ha oído hasta el momento es “bastante pesimista acerca de la resolución de la crisis”. Uno de los dirigentes afirmó que le “escuchó atentamente, pero ahora habla incluso menos que cuando estaba en La Moncloa. Me pidió mi diagnóstico de la situación, pero no me animó a nada ni me dijo nada, ni me pareció que tuviera intención de meter cizaña porque la situación es ya bastante grave”. Muchos acudieron a Aznar con el fin de que interviniera en la crisis, pero su respuesta es invariable: él no va a forzar las cosas, si Rajoy no le llama, él está obligado a respetar su decisión. A pesar de esto, se siente “inquieto, preocupado, molesto y sorprendido por lo que está pasando”.