ITALIA
Xenofobia, glamour y regionalismo, en el nuevo Gobierno de Berlusconi
Por Luis Miguel L. Farraces
4 min
Internacional12-05-2008
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dio a conocer la pasada semana los nombres del nuevo Gobierno de la República. Un Gobierno variopinto que englobará a presentadoras de televisión, con miembros de un partido posfascista, otro regionalista y ministros que encajan con esa descripción que Berlusconi hizo tras la victoria por la Alcaldía de Roma hace sólo unas semanas: “Somos la nueva Falange”.
Italia es diferente. Si en España resulta complicado imaginar a José Luis Rodríguez Zapatero flirteando con Lorena Bernal en un acto público, a su mujer Sonsoles Espinosa exigiendo disculpas del presidente por el agravio en uno de los periódicos de mayor tirada nacional o a Mariano Fernández Bermejo llamando al Papa a encabezar una cruzada contra los musulmanes, en Italia parece estar a la orden del día. El nuevo Gobierno nombrado por Silvio Berlusconi, famoso otrora por interpretar baladas en sus cumbres con Vladímir Putin, parece representar más que nunca a la Italia del cineasta Federico Fellini. Il Cavaliere designó la pasada semana a su nuevo Ejecutivo, que tendrá que lidiar con problemas bastante más serios como la inminente bancarrota de Alitalia, el estancamiento económico, la huelga de basuras y el auge de la mafia en Nápoles y la puesta en marcha de la bajada de impuestos que prometió en campaña. Un Gabinete que contará con 21 ministros, 12 con Cartera, que alberga una extraña mezcla entre secesionismo, xenofobia y glamour. Del inusual número de 21 ministros apenas cuatro son mujeres, de las cuales sólo dos tendrán cCrtera. Las afortunadas serán Georgia Meloni, la miembro más joven del Gabinete con 31 años, que se encargará de Educación; y Mara Carfagna, quien será la responsable de Igualdad. De ellas ha dicho que “habrá que destetarlas y protegerlas”. La ministra de Igualdad, debilidad de Berlusconi Ambas ministras son ya sobradamente conocidas en Italia, aunque por motivos distintos. La primera, Meloni, ha ocupado las portadas de los periódicos en las últimas semanas por su intención de hacer que los estudiantes de colegio canten el himno italiano al menos una vez por semana. Carfagna en cambio es un rostro conocido en el país no precisamente por motivos políticos. Ex miss Italia y presentadora de televisión, la nueva ministra de Igualdad protagonizó una curiosa situación que casi le costó el divorcio a Berlusconi hace sólo un par de años. Il Cavaliere, que sufre especial predilección por Carfagna, declaró en una gala de entrega de premios donde rondaban diversos medios de comunicación que “de no estar casado ya, se casaría con ella sin pensarlo”. Su esposa, Verónica Berlusconi, contraatacó a su marido con una carta abierta en el diario La Reppublica exigiendo una disculpa pública de su marido y censurando su habitual coqueteo con las mujeres de su entorno. El modelo federalista se abre paso en el Gobierno En cuanto a la composición del Gobierno por partidos políticos, destaca por razones obvias la antigua formación de Berlusconi, Forza Italia con 12 ministros. Tras ellos, dos formaciones completan el Gobierno con otros ocho miembros. Cuatro de ellos pertenecen a la extinta Alianza Nacional, un partido posfascista que desde su fundación en 1995 fue adhiriéndose a posturas de derecha más moderadas. Los otros cuatro son militantes de la Liga Norte, una coalición de partidos del opulento norte de Italia que hace unos años pedían la independencia de Padania del resto del país. De hecho Umberto Bossi, nuevo ministro de Reformas y líder de la coalición, llegó a leer un manifiesto en Venecia proclamando la República Federal de Padania tras los buenos resultados de su partido en las elecciones de 1996. Actualmente, la Liga Norte también ha moderado su discurso y pide la aplicación de un estado federal para no tener que contribuir más de la cuenta al desarrollo del atrasado sur del país. Está previsto que, ocupando Bossi la Cartera de Reformas, si no consiguen su empeño federalista las regiones del norte obtendrán una mayor gestión de sus impuestos. Contra negros, musulmanes y “maricones” Pero la joya de la corona, o de la República, será sin duda el nuevo titular de Simplificación, un Ministerio creado para reducir los trámites burocráticos del sistema legislativo italiano. Se trata de Roberto Calderoli, otro de los miembros de la Liga Norte en el Gobierno, cuya popularidad se ha extendido en los últimos años por sus habituales salidas de tono. En febrero de 2006 Calderoli solicitó al Papa que “debía sustituir a Estados Unidos como defensor de Occidente, como lo hicieron sus predecesores Pío V e Inocencio XI, dirigiendo una cruzada”. Pocos meses después, cuando se desató la crisis de las viñetas del profeta Mahoma, Calderoli apareció en una entrevista para la televisión Rai Uno en la que mostraba orgulloso una camiseta con susodichos dibujos. El último de sus momentos de inspiración tuvo como escenario la victoria de Italia sobre Francia en la última Copa del Mundo de fútbol, tras la que cargó contra la formación de la escuadra gala. “Ha sido la victoria de la identidad italiana (…) frente a una Francia que ha sacrificado su identidad alineando a negros, musulmanes y comunistas”. Cuando tras las críticas se vio obligado a matizar sus palabras, Calderoli afirmó: “Cuando dije que la selección francesa está formada por negros, musulmanes y comunistas dije algo objetivo y evidente. No es mi culpa si algunos se han quedado perplejos al ver que el equipo ha estado alineando siete negros en el once inicial, si Fabien Barthez (el portero del combinado francés) canta La Internacional en lugar de La Marsellesa y si los demás prefieren La Meca a Belén”. Pese a la brevedad de las citas aquí reproducidas, sus comentarios contra la inmigración y contra los “culattoni” (literalmente, “maricones”) es aún bastante cuantiosa.