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CATÁSTROFE NATURAL

El ciclón ¬Nargis¬ azota la antigua Birmania

Fotografía
Por María ReyesTiempo de lectura2 min
Sociedad09-05-2008

La zona más pobre del sureste asiático, en concreto el país de Myanmar (antigua Birmania), se ha visto de nuevo asolada por la tragedia. El ciclón tropical Nargis, con vientos huracanados de hasta 193 kilómetros por hora, provocó olas de más de siete metros de altura en diferentes partes del delta del río Irrawaddy. Las características del desastre le colocan a la altura del tsunami.

La semana comenzó con la estimación de unos diez mil muertos. Pero la cifra ha ido ascendiendo hasta alcanzar las 100.000 personas fallecidas, más de 20.000 desaparecidas y alrededor de un millón de habitantes que se han quedado sin hogar. De todos los afectados, más del 40 por ciento son niños, según un informe de Save the Children. Las zonas más devastadas son Pegu, Mon, Kare e Irrawaddy, especialmente esta última ya que se encuentra situada en el delta de un río. Estas ciudades del sur del país eran conocidas como el tazón de arroz de Asia debido a la elevada producción de este cereal, sobre todo, cuando Birmania era su principal exportador. El número de personas afectadas directamente por el ciclón que necesitan ayuda urgente, según estimaciones de Naciones Unidas, ronda los cientos de miles. Eso sin contar la gran cantidad de personas que han caído enfermas a causa de los brotes de cólera y diarrea crónica debido a la ausencia de agua potable y al consumo de aguas contaminadas. El precio de este bien de primera necesidad se ha multiplicado en un 500 por ciento en tan sólo tres días, seguido del arroz y la gasolina, cuyo coste ha ascendido en un 60 por ciento. Los daños materiales son incalculables. Miles de viviendas destruidas, las infraestructuras básicas de agua seriamente dañadas, las líneas de teléfono cortadas, y hoteles, hospitales y escuelas sin techo ni electricidad. Las organizaciones no gubernamentales que colaboran en el terreno han explicado que lo más necesario son materiales básicos de supervivencia como utensilios de cocina, mantas, colchones y alimentos. A muchas de las zonas afectadas sólo puede accederse mediante embarcaciones ya que todas las comunicaciones han sido cortadas. Esta situación hace mucho más difícil el reparto de la ayuda a los lugares que más la necesitan.