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DERECHOS HUMANOS

La pena de muerte aún perdura en algunos países desarrollados

Por María ReyesTiempo de lectura1 min
Sociedad18-04-2008

El nuevo informe publicado por Amnistía Internacional (AI) la pasada semana se ha centrado en la preocupación expresada por dicha organización con motivo de la no abolición de la pena de muerte en EEUU y de las ejecuciones realizadas en secreto a manos del Estado en países como China, Mongolia o Vietnam. De esta manera, complementa el documento publicado días antes sobre discriminación y racismo, en el que España ocupaba muy buen lugar.

La tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte ha ido en aumento desde los últimos años. Desde finales de 1990, más de 130 países se han considerado abolicionistas al prohibir este tipo de condenas. La Organización de las Naciones Unidas también se pronunció con respecto al tema a finales del pasado año. Aprobó una resolución sobre la necesidad de suspensión mundial de las ejecuciones. A pesar de todo lo conseguido, los datos presentados por el último informe de AI, Condenas a muerte y ejecuciones en 2007 muestran que aún queda mucho camino por recorrer. Durante el año pasado, fueron condenadas más de 1.200 personas. La aplicación de la pena de muerte se contabiliza en 24 países diferentes. De todas las condenas, el ochenta por ciento se han llevado a cabo en sólo cinco países: EEUU, China, Irán, Arabia Saudí y Pakistán. China se sitúa como principal verdugo del mundo, no sólo por las condenas conocidas, sino por las muchas que se desconocen. Este país considera la pena de muerte como un secreto de Estado y, por este motivo, la próxima sede de los juegos olímpicos ha sufrido constantes represiones de activistas que buscan en este evento de carácter mundial una oportunidad para las reformas en el país. También el pasado diciembre, Amnistía Internacional se sumó a las protestas e hizo entrega al Primer Ministro chino de un documento que recogía más de 140 mil firmas para la abolición de la pena de muerte.