PROMESA CUMPLIDA
El Gobierno comienza su mandato sin dar la espalda a su programa electoral
Por Carlos F. Aparicio1 min
Economía20-04-2008
El nuevo Gobierno socialista ha probado una serie de medidas en su primer Consejo de Ministros con el fin de reactivar la economía. Entre todas, destaca la ayuda de los 400 euros. Una iniciativa anunciada ya por el Partido Socialista durante la pasada campaña electoral.
La intención del Gobierno y, en concreto, del vicepresidente económico, Pedro Solbes, es que esta medida entre en vigor antes del verano, ya que de esta forma, los asalariados y pensionistas recibirían 200 euros más en el mes de julio y el resto se repartiría entre los meses de agosto y diciembre, en partes iguales. Además de esta medida prometida y conocida por todos los españoles, entre las otras actuaciones anunciadas destaca también la intención de Hacienda “de adelantar las devoluciones de IVA a los empresarios”. Esto permitiría recuperar el impuesto soportado con “mayor celeridad”. También se ha aprobado la ampliación gratuita del préstamo hipotecario para las familias que sufran una situación de dificultad considerable. Las reacciones al nuevo plan económico español no tardaron en llegar. El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, criticó la “loca carrera fiscal” y advirtió de que la promesa de continuos “cheque regalo” genera una impresión de “compra de votos”. Josep Antoni Durán i Lleida, de CiU, consideró una “vergüenza” y una “inmoralidad” la promesa de Rodríguez Zapatero de entregar 400 euros, porque si hay margen para bajar los impuestos, debería hacerlo “ahora que puede, que está gobernando”. El que fuera secretario general del PSOE y actual comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Joaquín Almunia, aconsejó a los partidos “calcular el coste económico de sus ofertas y tener en cuenta que los ingresos de 2008 y 2009 no serán tan fáciles de conseguir como los de 2006 y 2007”. Mientras, el partido liderado por Mariano Rajoy, el PP, que actualmente se encuentra inmerso en una pequeña guerra civil ha calificado a estas medidas como un paquete “voluntarioso pero poco eficiente”.