FÚTBOL
Getafe: el último ¬modesto¬ de moda
Por Álvaro Heralta3 min
Deportes16-04-2008
A la segunda no fue la vencida. El Getafe perdió la final de la Copa del Rey en el Vicente Calderón y desaprovechó, por segundo año consecutivo, la oportunidad de levantar el primer título de su historia, lo que hubiera puesto el broche de oro a una impecable gestión deportiva en las últimas temporadas. El campeón, en tanto, pudo celebrar el título. El Valencia roza los puestos de descenso en la Liga y el futuro del entrenador está cada vez más negro, pese a la consecución del torneo del KO y, consecuentemente, de la clasificación para Copa de la UEFA.
Tras caer derrotado en la final de la Copa del Rey, el Getafe finalizó con un amargo sabor de boca la semana en la que podía haber marcado un hito tanto en el fútbol español como europeo. Tras perder la eliminatoria de cuartos de final de la Copa de la UEFA ante el Bayern de Munich -pese a no merecerlo y plantar cara a todo un gigante del Viejo Continente con únicamente diez jugadores sobre el terreno de juego durante más de 100 minutos- el Valencia frustró las ilusiones del conjunto azulón. La decepción fue aún mayor teniendo en cuenta que el equipo dirigido por Michael Laudrup disputaba el último partido del torneo del KO por segundo año consecutivo y no aprendió la lección de la final perdida contra el Sevilla. Pese a ello, el subcampeonato copero no empaña la brillante gestión de una escuadra que hace apenas cuatro años estaba en Segunda División y que, temporada tras temporada, ha sabido rehacerse de la bajas de jugadores y entrenadores importantes cuando éstos, tras triunfar en el Coliseum Alfonso Pérez, han dado el salto a una entidad de mayor envergadura. Todo ello es fruto de una dirección deportiva con las ideas muy claras. A la hora de buscar entrenador, el perfil durante las últimas campañas era el mismo: joven, antiguo futbolista de Primera División y con predisposición a desarrollar un juego vistoso. Así llegaron Quique Sánchez Flores –que dio el salto al Valencia-, Bernd Schuster –actual preparador del Real Madrid- y Michael Laudrup, que ya empieza a sonar para banquillos como el del Barcelona o el Chelsea para la próxima temporada. En cuanto a lo que futbolistas se refiere, en la entidad presidida por Ángel Torres se buscan dos tipos de jugadores: jóvenes procedentes de las canteras de los equipos punteros del campeonato con ganas de triunfar en la Primera División, véase a Rubén de la Red, Esteban Granero o Jaime Gavilán, o veteranos dispuestos a aprovechar su valía en la élite y transmitir su experiencia a sus compañeros, caso de Roberto Abbondanzieri o Daniel Cata Díaz. En el Valencia, pese a la consecución del título, el ambiente no es el propicio de una escuadra campeona. Por primera vez desde que regresaran a la máxima categoría del fútbol español, en la temporada 1987-1988, les asola el fantasma del descenso. De hecho, la preocupación por esta situación es tal dentro de la entidad ché que han decidido anular todos los actos de celebración de la Copa del Rey hasta que la permanencia no esté certificada matemáticamente. Dos puntos les separan actualmente del décimo séptimo puesto y tendrá que ganarse la salvación en los cinco partidos que le restan ante Osasuna, Barcelona, Zaragoza, Levante y Atlético de Madrid. El conjunto de la capital del Turia ha llegado a esta tesitura después de una temporada llena de altibajos. En ella, Quique Sánchez Flores fue cesado pese a tener al equipo clasificado entre los tres primeros, los tres capitanes del equipo (David Albeala, Santiago Cañizares y Miguel Ángel Angulo) fueron apartados del equipo y Agustín Morera llegó a la presidencia tras la renuncia al cargo de Juan Bautista Soler. A todo ello se ha sumado la escasa aportación del nuevo preparador de los de Mestalla, Ronald Koeman, que no ha conseguido entenderse con el equipo. De hecho, pese a obtener el título de Copa, ya se le está empezando a buscar un sustituto para la próxima campaña.