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SANIDAD

La OMS advierte de los riesgos de los viajes de larga duración

Por Leticia PradoTiempo de lectura2 min
Sociedad13-03-2008

Las personas que viajan durante más de cuatro horas en cualquier medio de transporte corren el riesgo de sufrir una trombosis. La estatura, el índice de masa corporal o la ingesta de anticonceptivos orales son algunos de los factores de riesgo que propician la aparición de este fenómeno. Es lo que se conoce como el síndrome del turista.

El avión es uno de los medios más utilizados a la hora de cubrir trayectos de larga distancia. Según un estudio, un tres por ciento de las personas que lo habían utilizado para un viaje largo sufrieron una trombosis al llegar a su destino. Pero cada vez son más los viajeros afectados por el uso de cualquiera de los medios de transporte para este tipo de viajes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido el síndrome de la clase turista como un importante problema de salud para los ciudadanos y, a través del estudio Wright (Who Research into Global Hazards of Travel), ha analizado las crecientes consecuencias que esta dolencia causa en los viajeros. La estatura o la masa corporal son algunos de los factores que propician la aparición del síndrome, según los expertos. Las personas que miden más de 1,90 o menos de 1,60 corren más riesgo de sufrir la trombosis. Los altos no tienen espacio suficiente para estirar las piernas; los bajos, no alcanzan bien el suelo con los pies. Los trayectos de cuatro horas en avión o los de seis en autobús o tren son los considerados como de larga duración. El tiempo y los factores que los expertos han considerado de riesgo pueden causar la aparición de coágulos de sangre en las venas de las piernas. Las trombosis son cada vez más comunes en los pasajeros y pueden crear dos situaciones. Los coágulos pueden ser pequeños y desaparecer solos, pero, si obstruye totalmente la vena, provoca la hinchazón de la pierna y fuertes dolores. El principal problema de los largos recorridos es la inmovilidad a la que se someten los pasajeros. La trombosis aparece, entonces, ante la pasividad del cuerpo durante las horas de viaje. Por ello, entre las precauciones que la OMS ha propuesto está el ejercicio con las piernas para evitar la inmovilidad, no llevar ropa ajustada y tomar una aspirina antes del viaje.