9-M

PP y PSOE arrancan la campaña con la mirada puesta en 10 provincias claves

Por Alejandro Requeijo3 min

España24-02-2008

Diez son las provincias que decidirán las elecciones del 9-M, concretamente aquellas en las que los últimos escaños aun no están decididos. Rajoy y Zapatero lo saben, y por ello, desde hace semanas, piensan el modo de sacar ventaja en esas ciudades a las que prestarán una especial atención durante la campaña electoral.

Se trata de las circunscripciones de Teruel, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Cuenca, Barcelona, Madrid, Valencia, La Coruña, León y Cádiz. Todas ellas arrojan todavía hoy incertidumbre en un total de 15 escaños. En esta ocasión más que nunca, cada voto cuenta y, dado el empate técnico que indican las encuestas, cualquier precaución es poca. No en vano, el último sondeo más relevante ofrecido por el CIS apuntaba a la posibilidad de un estrecho margen entre ambos partidos de hasta un solo escaño de diferencia. Desde hace meses, tanto populares como socialistas tienen la mirada puesta en estas ciudades conscientes de la relevancia que pueden tener de cara al resultado final. Solo así se explica que en el caso del PSOE sea el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, uno de los baluartes del Ejecutivo de Zapatero, quien encabece las listas del partido en Cádiz pese a haber nacido en Santander. Por su parte, el PP es también consciente de lo mucho que se juega en Andalucía y concretamente en la ciudad gaditana, donde el partido de la oposición tiene grandes posibilidades de arrebatar un escaño al PSOE después de perderlo en las elecciones pasadas por un puñado de votos. Es por ello que Rajoy decidió celebrar el acto de apertura de la campaña en ese lugar. El líder popular visitará Andalucía hasta en cuatro ocasiones y es que tiene grandes esperanzas de conseguir también un buen resultado en Córdoba, Sevilla, Málaga y sobre todo en Almería gracias al aumento del censo. Además de que las encuestas han arrojado la posibilidad de un leve descenso de los socialistas en estas provincias, el PP podría beneficiarse de la crisis de los partidos regionalistas como el Partido Andalucista, evidenciada en las pasadas elecciones municipales y que se repetirá el 9-M, según los sondeos. Otra de las comunidades con un mayor número de diputados en liza es Cataluña, donde todavía hay bailando seis escaños. Se trata de un feudo tradicional de los socialistas en el que el PP difícilmente conseguirá imponerse en votos. No obstante, los populares buscan arañar algunos escaños fundamentales que poder sumar a su resultado total. En ese sentido, es vital lo que suceda sobre todo en Barcelona. Las encuestas no ofrecen un resultado claro en la ciudad condal, sin embargo, no se pueden descartar sorpresas tampoco en Gerona y Lérida donde el PP espera recuperar la representación que perdió en 2004. Donde sí lo tienen difícil los populares es en Tarragona. De este modo, Cataluña y Andalucía serán los principales puntos de atención de esta campaña pero además también hay que contar con Madrid donde el PP podría ganar hasta dos escaños más. En cambio, el PSOE le arrebatará uno en Las Palmas, otro en Cuenca y otro en Guadalajara casi con toda seguridad. Los socialistas además tienen sus esperanzas puestas en aumentar representación en Valencia (donde han situado a María Teresa de la Vega como cabeza de lista) y Toledo (este último escaño está casi asegurado por el aumento del censo) mientras que es muy probable que la pierdan en Teruel, León, Madrid, Málaga y Lérida. Según estipula la ley electoral (la Ley D’hont) en cada una de las 52 circunscripciones se elige un mínimo de dos diputados, a excepción de Ceuta y Melilla que solo aportan uno cada una. A partir de ahí los demás 248 escaños se reparten en función del número de población de cada provincia. En la actualidad, el PP atesora desde las elecciones pasadas148 escaños, mientras que el PSOE alberga 164. Es por ello que lo que está por decidir es, desde una mayoría absoluta del PSOE, hasta un vuelco electoral del PP que, en cualquier caso, le obligaría a pactar con otras formaciones, supuestamente PNV, CiU o ambas.