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ETA

El malestar por la vuelta a la violencia comienza a crecer entre los presos

Por Ángel PradaTiempo de lectura5 min
España23-02-2008

Cerca de 700 etarras cumplen condena en cárceles de España y Francia. La mayoría de ellos se organizan en el llamado colectivo de presos de la banda que históricamente se ha caracterizado por su cohesión y obediencia a las directrices que iban marcando las distintas directivas de ETA. No obstante, la ruptura del último alto el fuego y la vuelta a la violencia no ha gustado a ciertos sectores de este colectivo y ese malestar se ha evidenciado de manera palpable mediante una carta firmada por dos presos históricos.

Se trata de una misiva escrita en noviembre del 2007 en el que el ex responsable del aparato político de ETA, José Luís Álvarez Santacristina alías Txelis, y el ex dirigente del aparato militar de la banda, Kepa Picabea, critican que ETA “no tuvo en cuenta la opinión de la mayoría de los presos al romper la última tregua” y consideran que la lucha armada es “inútil” y un “obstáculo” para la unidad abertzale, que es, precisamente, lo contrario a lo que se está haciendo en la actualidad ETA, apostando por la violencia. Este documento fue escrito íntegramente en vasco y redactado en la prisión de Logroño, donde ambos cumplen condena, en la que trasladan a los reclusos de la banda su desvinculación de la estructura y la disciplina del Colectivo de Presos de ETA (EPPK). En la carta, además informan a los presos de que seguirán “su propio camino” después de una reflexión y tras llegar a la “firme” conclusión de que la lucha armada no ha sido positiva en el camino de “liberar a Euskal Herria”, sino que ha sido un error para “lograr niveles más altos de autogobierno” y llevar adelante una política “eficaz” a favor de la autodeterminación del pueblo vasco, al impedir “la unidad de los abertzales”. A juicio de los etarras, en la última década se han producido “cambios” e independientemente de “las responsabilidades y los errores” cometidos por “unos y otros” en los dos últimos procesos de paz fallidos, en referencia a Lizarra y Loyola, admiten que “lo que se está cuestionando desde hace mucho dentro de la política vasca aberzale es la idoneidad y la legitimidad de la lucha armada, teniendo en cuenta la voluntad del pueblo vasco y viendo las muchas y terribles tragedias que ha acarreado la estrategia armada”. La misiva no ha gustado a los actuales dirigentes de ETA que no han tardado en reacciones. Los dos presidiarios ya han recibido la respuesta correspondiente. El pasado domingo se hacía público un comunicado de EPPK, en el que informaban de su decisión de “expulsar” a Txelis y Picabea por “sumarse a la estrategia emprendida por el Gobierno de España para dividir” al colectivo. De esta forma, ETA intenta frenar la rebelión del colectivo de presos a la vez que teme que las críticas entre los reclusos “se desborden” y salgan a la luz. Por su parte, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha hablado de la expulsión por parte del colectivo de presos de ETA y ha manifestado que la expulsión de los ex dirigentes del Colectivo de Presos Vascos (EPPK), responde al intento de ETA de restablecer la disciplina o “impedir indisciplina”. Precisamente la respuesta a este conato de rebelión en el seno de uno de los colectivos mas cohesionados de la banda, coincide con la explosión de un artefacto el sábado 23 en un repetidor de telefonía móvil de Bilbao, sin causar heridos. Se trataba de una bomba trampa destinada a los artificieros de la Ertzaintza y con la que los terroristas pretendían matar y entrar así de lleno en el debate político de la campaña electoral. BOMBA TRAMPA EN BILBAO La bomba explotó cuando un robo de los artificieros se acercó para proceder a su desactivación, quedando el brazo articulado totalmente destrozado por la explosión. El artefacto explosivo estaba compuesto por entre tres y cuatro kilos de explosivos, segú confirmaron fuentes de Departamento del Interior Vasco, sin que se sepa aún su composición. Un comunicante en nombre de ETA avisó al servicio de ayuda en carretera (DYA) a las 08.40 horas de la colocación del artefacto y de que estallaría a las 10.00 de la mañana. Tras el aviso, la Ertzaintza acordonó la zona y los artificieros de la Policía autonómica localizaron un paquete sospechoso junto a una ventana procediendo a intentar desactivarlo. Asimismo, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que quienes han puesto "esta siniestra trampa" serán "detenidos y acabarán en la cárcel". Tras intervenir en un acto organizado por el sindicato UGT de Andalucía, Rubalcaba destacó la "profesionalidad e inteligencia" de la Policía Autónoma vasca, cuya actuación ha propiciado que los planes de ETA "no hayan funcionado. Pero en los últimos días no sólo ha habido violencia en España, sino también fuera de ella, concretamente en Caracas. La Embajada de España en la capital venezolana fue atacada por un grupo de desconocidos, que lanzaron una granada de gases lacrimógenos contra los vigilantes y pintaron, por segunda vez en este año, la pared con escritos a favor de la organización terrorista ETA. Todo esto cuando la Abogacía del Estado presentó ante la Sala Especial del Tribunal Supremo que lleva a cabo el proceso de ilegalización del PCTV y de ANV nuevas pruebas en contra de ambas formaciones abertzales. Entre ellas, que el grupo parlamentario del PCTV percibe anualmente 650.000 euros, entre sueldos y subvenciones, para gastos de desplazamiento y teléfonos móviles. Lo que quiere decir que Batasuna recibió el 65 por ciento de la asignación que PCTV recibe de fondos públicos. Además se comprueba que dirigentes de la Mesa Nacional de Batasuna usaron como base de su actividad la sede del PCTV de San Sebastián, para celebrar reuniones. También, se señala que ha habido constancia de mensajes SMS intercambiados entre Juan José Petrikorena y Xavier Gálvez, responsables de comunicación de ambas formaciones. Datos estos incluidos ya en los autos de suspensión de actividades dictados en su día por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.