MERCADOS
Los malos resultados de EE.UU. arrastran a las bolsas europeas
Por María García Cirac
2 min
Economía17-02-2008
La economía está pasando horas malas. Todos los acontecimientos que se han venido produciendo de unos meses para acá al final lo han conseguido: comienza un ciclo de recesión. Los inversores empiezan a actuar con cautela debido a la incertidumbre existente en las bolsas. Esto queda evidenciado en las bajadas de las cotizaciones bursátiles de las principales compañías.
En España, dados los valores del Ibex 35, la situación tampoco ha sido muy alentadora esta semana, exceptuando a la inmobiliaria Colonial, con una subida del 8,14 por ciento propiciada en gran parte por la oferta del fondo de Dubai. Así, el índice madrileño concluyó la semana con un balance a la baja del 1,8 por ciento, aunque en la última jornada repuntó un 1,07 por ciento. Considerando estos datos, y a pesar de que el crecimiento español, con un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) de un 3,8 por ciento, sea superior al 2,7 por ciento de la zona euro, y que el Índice de Precios de Consumo (IPC) ha disminuido seis décimas en el mes de enero, se avecina una grave crisis económica. En este contexto la respuesta de los grandes dirigentes en materia de política monetaria no se ha hacho esperar. Por un lado, el presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), Ben Bernanke, hablaba de bajar más los tipos de interés, aunque reconoce que hasta ahora no se ha logrado el efecto deseado y que la situación está cada vez peor. La otra cara de la moneda es el Banco Central Europeo (BCE), cuyo presidente, Jean-Claude Trichet, parece decidido a no modificar los tipos de interés ni al alza ni a la baja. Esta decisión, aparentemente muy radical, es fruto del objetivo prioritario del BCE, que no es otro que controlar la inflación. En otras palabras, bajar los tipos de interés provocaría tensiones inflacionistas que en estos momentos no son lo más aconsejable. De hecho, los expertos coinciden en que es preferible la actitud del BCE a la de la Fed. Además, esto permitirá que el endeudamiento de los agentes económicos de los países que han cedido la política monetaria al BCE se reduzca, puesto que debido al bajo precio del dinero dicho endeudamiento había crecido hasta límites peligrosos.