ARQUITECTURA
Las aguas del Nilo sumergen los templos de Luxor
Por Laura de la Torre
1 min
Cultura11-02-2008
Las aguas del Nilo están carcomiendo los cimientos de los templos de Luxor, la antigua Tebas, que en sólo 20 años han sufrido más que en sus tres milenios de historia. La razón de este deterioro está más al sur, en la presa de Asuán, a unos 250 kilómetros de Luxor. Desde que la presa fuera completada en 1970, el nivel de las aguas subterráneas ha subido considerablemente hasta suponer un peligro inminente para los templos.
A eso hay que añadir las filtraciones de las aguas provenientes del regadío de las tierras agrícolas de los alrededores, que en los últimos años también han aumentado. Ahora, los colosales monumentos de Ramesseum, Seti I, Amenofis III y Medinet Habu, así como los templos menores y tumbas de la ribera occidental serán el objetivo de la nueva iniciativa. Con la financiación de la Agendia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el proyecto, que tiene un presupuesto de entre 40 y 50 millones de libras, se pondrá en marcha el próximo junio. A lo largo de cinco kilómetros repletos de antigüedades y bajo la supervisión de dos técnicos estadounidenses, numerosos obreros y expertos en arqueología egipcios excavarán hasta una profundidad de 7 metros para rebajar las aguas. Y cuando se seque la tierra, no sólo los monumentos descubiertos disfrutarán de buena salud, sino que además los arqueólogos podrán revelar lo que hasta ahora ha permanecido escondido bajo las aguas. Al final del proyecto se instalarán unas tuberías para drenar todas las aguas subterráneas y hacerlas desembocar en un canal cercano. Este proyecto de 17 meses no afectará al turismo, ya que los viajeros podrán seguir visitando los templos.