TRÁFICO
180 condenados por delitos de tráfico cumplen penas de prisión
Por Paula Portas1 min
Sociedad24-01-2008
El endurecimiento de las sanciones penales en la lucha contra la conducción temeraria ha llevado a las cárceles a 180 personas que cumplen penas de prisión por delitos de tráfico. Ante este creciente número de condenados, el fiscal delegado de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, defiende las medidas de reinserción y de educación, además de la limitación de velocidad en los automóviles desde su fabricación.
Las cárceles se españolas se llenan de conductores ebrios y temerarios y se prevé que habrá más ingresos, como consecuencia de la entrada en vigor de la reforma penal que endureció las sanciones contra la conducción temeraria, el exceso de alcohol y la alta velocidad. Los pasados días dos y tres de diciembre, primeros de la entrada en vigor de la reforma del Código Penal, fueron detenidos 151 conductores, tres por exceso de velocidad y el resto por superar los 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. A finales de enero casi doscientos encarcelados cumplen condenas de cárcel en España, la mayoría son presos condenados por sentencia firme, y otros se encuentran en prisión preventiva, como es el caso de los detenidos por su presunta participación en la carrera ilegal que acabó con la vida de un matrimonio en Vigo. Bartolomé Vargas, fiscal de Seguridad Vial, señala que no se trata de ingresar a todo el mundo en prisión, sino "de dar una respuesta proporcionada, disuasoria, eficaz, rigurosa y útil para la seguridad vial". Apuesta por las políticas de reinserción y reeducación, como principal medida para impedir la reincidencia de los temerarios al volante, imponer sanciones consistentes en el desarrollo de trabajos en beneficio de la comunidad y cursos para mejorar las técnicas de conducción. Otra de las medidas que defiende es incluir de fábrica en los vehículos sistemas de control de velocidad obligatorios e incluso limitar la potencia de los motores. A esta postura se muestra contraria la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (ANFAC), que afirma que la limitación de velocidad en fábrica depende de la normativa europea, que impediría al vehículo desarrollar sus prestaciones correctamente y podrían perder su potencia.