KENIA
El Gobierno keniano y la oposición dialogan para la paz
Por Carmen Benítez Herrero1 min
Internacional27-01-2008
A pesar de intentar solucionar los problemas de Kenia mediante una reunión en Nairobi del presidente y la oposición, muchas vidas se siguen perdiendo en el país. De todas maneras, Kofi Annan asegura que se han establecido unas bases para acabar con los movimientos de violencia.
El Gobierno y la oposición de Kenia liderada por Raila Odinga se han comprometido a cooperar para superar la violenta crisis que arrastra el país. Los altercados se llevan produciendo desde las últimas elecciones en el pasado diciembre cuando los partidarios de la oposición se echaron a las calles para protestar, quemaron casas y locales comerciales y provocaron más de 600 muertos al conocer que tendrían como presidente a Mwai Kibaki tras unas elecciones con unos resultados dudosos. Las conversaciones para la paz se han realizado en Nairobi con la mediación del ex secretario general de la ONU, Kofi Annan. Una vez acabado el encuentro que duró cerca de una hora, Annan anunció que se habían dado pasos para el fin del conflicto. Kibaki y Odinga en sus discursos no mencionaron cuáles fueron los puntos en que coinciden, pero sí dijeron estar comprometidos para que se restablezca la paz y pidieron a sus simpatizantes mantener la calma mientras avanza el diálogo. Ambos condenaron los enfrentamientos que se saldaron con cerca de 650 muertos y 250.000 desplazados internos. Pero la disposición al diálogo del presidente y el opositor no evitaron nuevas muertes ya que mientras acordaban los pasos para la paz, alrededor de siete vidas se perdieron en Kenia. Los enfrentamientos continúan y tres personas murieron por disparos de la Policía en la región de Kipkelion, en el oeste del país. En el barrio pobre de Mathare, en Nairobi, la confrontación entre miembros de distintas comunidades étnicas se saldó con la muerte de cuatro personas, según las Fuerzas de Seguridad. En Kenia conviven 42 etnias, entre las que siempre ha habido rivalidades y enfrentamientos, pero es obvio que la reelección de Kibaki ha reactivado la tensión entre los kikuyu, principal comunidad del país, a la que pertenece el presidente, y el resto de etnias que votaron mayoritariamente por Odinga, de la etnia luo.