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BALÓN DE ORO

El oportunismo de Raúl

Por Andreu RomeroTiempo de lectura2 min
Deportes16-12-2001

Delantero habilidoso; goleador nato. Estas características técnicas convencieron a Jorge Valdano para que, en 1994, confiase en un joven de 17 años para debutar en el Real Madrid. Desde entonces, Raúl ha demostrado sus habilidades en todos los campos de España y Europa, de ahí que atesore aptitudes más que cualificadas para recibir el Balón de Oro.

Raúl González Blanco vive gracias al gol. Su carácter ganador y su capacidad de resolver situaciones complicadas lo han llevado a liderar el actual Real Madrid, por encima incluso de figuras como Figo y Zidane. Raúl no destaca por una extremada calidad que le permita zafarse de todos sus rivales hasta llegar a la portería, y tampoco es el clásico delantero tanque, al estilo de Jancker y Batistuta. Sin embargo, Raúl es un depredador del área. Dos trofeos pichichi así lo atestiguan. El siete blanco destaca por su habilidad para resolver dentro del área. Es un jugador oportunista: sabe estar en el lugar adecuado para remachar una jugada. Además posee una excelente capacidad de adaptación: con Fabio Capello jugó de extremo izquierdo, con Valdano de delantero centro. Ahora, con Vicente del Bosque, lo hace en su verdadera posición: de segundo delantero, con libertad para moverse. A pesar de su juventud, Raúl posee un palmarés envidiable: dos Ligas de Campeones, tres Ligas, una Copa Intercontinental... En su historial particular luce también que es el máximo goleador de la historia de la Liga de Campeones. Además nadie duda de que es el líder del vestuario blanco, el favorito de la afición madridista, deseosa de ver a un jugador español, de la cantera, con el Balón de Oro. No importa ya que Raúl se gestara como jugador en la cantera del Atlético de Madrid. Fijo en la selección española, las dudas surgen cuando a Raúl se le despoja de la camiseta blanca y se le viste con la de España. Entonces el delantero español se torna en un jugador menos acertado de cara a puerta y con un palmarés inexistente. Esa duda, su asignatura pendiente, la deberá despejar en el Mundial: Raúl debe demostrar si es un jugador de marcar época o si es un habilidoso delantero que ha maximizado su pertenencia al Real Madrid.