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BALÓN DE ORO

La explosión de Michael Owen

Por Juan Diego GómezTiempo de lectura2 min
Deportes16-12-2001

El delantero del Liverpool se ha consagrado como una de las grandes figuras del fútbol mundial después un glorioso año con los reds, saldado con tres títulos.

La temporada 2000-2001 será difícil de olvidar para Michael Owen. Su equipo, el Liverpool, se hizo con tres títulos: la Copa inglesa, la Copa de la Liga y la Copa de la UEFA, en un épico partido contra el Deportivo Alavés de Mané. En este éxito, cuya consecuencia más visible ha sido la de descabalgar al Manchester United como referente del fútbol en Inglaterra, Owen ha tenido buena parte de culpa. Michael Owen forma parte de esa saga de delanteros rápidos, ágiles y habilidosos. Este tipo de jugadores sobresalen por su astucia y su picaresca, pero Owen le añade un toque de clase y técnica, precisamente lo que distingue a los cracks del fútbol de los otros jugadores, aunque tiene que aprender mucho todavía. Es un delantero rematador como pocos: puede que no aparezca a lo largo de un partido, pero por su afán de lucha, es capaz de resolver un partido con un pase o un regate mágicos. El pequeño delantero inglés debutó en la Premier League con tan sólo 17 años, y ya desde el primer momento dejó entrever sus grandes cualidades. Con 18 años jugó el Mundial de Francia y se descubrió para el mundo al marcar un auténtico golazo en un partido contra la selección argentina, que algunos consideraron una réplica del gol de Maradona en el Mundial de México de 1986. Sin embargo, el mayor mérito (o demérito) de Owen es que no ha tocado techo, todavía es una figura en ciernes, que no está consagrada. En todo caso, es un fijo en la selección inglesa que dirige el sueco Sven Goran Eriksson, que ha encontrado en él a un delantero indispensable para su equipo, capaz de deslumbrar con un hat-trick en el 1-5 que Inglaterra infligió a Alemania. La afición ve en él al sucesor de Alan Shearer, pero muchos críticos piensan que puede marcar una época en la historia del fútbol.