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CRISIS DIPLOMÁTICA

Zapatero viaja a Marruecos pese a las críticas de deslealtad

Por Mª Jesús TorresTiempo de lectura2 min
España16-12-2001

José Luis Rodríguez Zapatero, el líder de los socialistas, partía el domingo por la noche hacia Marruecos, adelantándose a la fecha inicialmente prevista, pero seguro y satisfecho por haber conseguido el consentimiento del Gobierno, a pesar de las críticas y de no ser "el mejor momento", como dijo el portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas. Zapatero será el único dirigente al que recibirá Rabat en la próxima semana, ya que canceló el resto de visitas.

Miembros del Gobierno se mostraron inicialmente sorprendidos por el cambio de actitud del líder de la oposición, más allá de su posible "deslealtad". En noviembre, Zapatero decidió suspender su visita a Rabat, que venía preparando desde hace un año, hasta que se resolviese la crisis abierta con Marruecos. Sin embargo, un mes después, Zapatero decide seguir con sus planes sin dar demasiadas explicaciones. Como tampoco ha dado explicaciones de los temas que tratará en su visita, otra de las cosas por las que se le ha criticado. El líder socialista, al que los populares llaman "el bombero pirómano", sólo dijo que su objetivo "es no enredar, sino ayudar a desenredar". Según el portavoz del Partido Socialista (PSOE), Jesús Caldera, "simplemente queremos contribuir a mejorar nuestras relaciones", que históricamente han sido buenas entre Rabat y el PSOE. Este silencio ha hecho que se multipliquen las teorías sobre la visita de Zapatero. Se dice que puede conseguir que regrese el embajador marroquí que fue retirado de España a raíz del pseudo referéndum sobre el Sahara celebrado en el Parlamento andaluz. Así, dicen fuentes del Gobierno, Rabat conseguiría un golpe de efecto frente al Ejecutivo español. La prensa marroquí ve en el viaje de Zapatero una jugada contra Aznar. Independientemente de si habla sobre la cuestión del Sahara, como si lo hace sobre la vuelta del embajador marroquí a España, lo que parece claro es que el viaje de Zapatero ha provocado una profunda irritación en el Gobierno, que entiende que se está entrometiendo en la estrategia diplomática española. El portavoz del Partido Popular, Luis de Grandes, afirmó que Zapatero "tendrá que acreditar su lealtad" en ese asunto, a lo que el secretario general del PSOE respondió: "Todos representamos los intereses de España, todos los defendemos con lealtad a España".